viernes, 18 de octubre de 2013

Greetings

Desde junio que no había nada nuevo bajo el sol. Y es que, como os dije, he creado otro blog donde sólo estoy hablando de cine y, se supone, que esto se convertiría otra vez en el cajón de-sastre que era antes. Ahora, con el tiempo del que dispongo y visto que nada más que veo películas, pues que no he actualizado esto y sólo escribo reseñas para el otro. En fin, que sí que a veces pienso en cosas, me deprimo, estoy más reflexivo y me da por pensar en escribir un rato, pero... el día se me echa encima. Y mira que hay cosas de las que hablar. Y hablaremos.

PD: Ah, el blog es moviewasted.blogspot.com y, por supuesto, esto no lo he escrito yo, ni tengo otro blog ni nada.

lunes, 10 de junio de 2013

Coffee and cigarrettes

Se sentó solo a consumir un café y un par de cigarrillos. En la mesa ocupada unos ancianos hablaban de disputas en el dominó, problemas de salud y la jovencita que regenta un bar a las afueras de la ciudad, en un camino "malo pero asfaltado", donde parece que se ahogan las penas viendo cómo recoge los vasos. "Soy demasiado guapo para comer siempre solo". De repente, se les unió otro compañero que les informó de la muerte de un tal José "el de la mojama": un señor achacoso, demasiado para su edad, que vendía carne ahumada. Descanse en paz. El que no hablaba de dominó parecía aliviado de cambiar de tema. Eso es lo que pensaba mientras una vieja con andador pasaba a su lado, cargada de pañales.
Hacía un calor de muerte, listo para cocernos.

Amasijo

Capítulo Uno: Verdad

Los sueños son reflejo de nuestras obsesiones y espejo de nuestros problemas. Un problema es un drama en desarrollo al que le falta el último acto. La conclusión, por tanto, siempre será complicada. Vivir es un problema. El sueño intenta ponerle remedio: unas veces nos consuela; otras nos aterra aún más. Pero es frustante comprobar cómo sólo ha sido un sueño.
Anoche soñé con una persona a la que no veo en años pero que ha sido fundamental en mi vida. Soñaba que volvíamos a estar juntos. Lo que había pasado estaba presente, pero no importaba. Todo el silencio, las ausencias, los reproches, eran nada comparado con el momento y la ocasión. En ese sueño nadie iba a joder la situación con una mala cara o un remordimiento.
Cuando me desperté, me di cuenta de algunas cosas: ¿por qué alejamos a personas que hemos amado y disfrutado? ¿qué nos impide seguir con ellas? ¿qué pecado le atribuimos para la condena de la indiferencia? Es porque nos recuerdan a alguien que ya no somos ni queremos ser. Lo mismo que nos acercamos a las que nos recuerdan lo que podemos llegar a ser, a pesar de nosotros.
De manera inconsciente he aplicado mi sentencia. No me arrepiento, me arrepentí. Lo que me martiriza es porqué no lo había visto antes.

Capítulo Dos: Duda

No hay verdad ni hay mentira. No hay pasado sólo muchos presentes. Mientras escribía estos pensamientos intentando recordar la claridad con la que asumí su argumento, me daba cuenta de que todo es oscuro y, a veces, sale el sol. Y luego de nuevo oscurece.

jueves, 6 de junio de 2013

Coffee and cigarrettes

Llegó solo a la cafetería con un cigarrillo a medias y se sentó en la terraza solo. Lo dejó en el cenicero marcando territorio y entró a pedir un café con leche sólo. Al salir comprobó que todas las mesas estaban ocupadas menos una. En la que ocupaba sólo había una silla y las vistas eran a la fachada del bar, una triste columna con anuncios de viajes organizados y peleas de boxeo de aficionados.
A su lado pasó un tipo con pantalón vaquero corto, coleta recogida y una riñonera. Parecía tener una historia, de hecho le entraron unas ganas tremendas de seguirlo y preguntarle cuál era: ¿acaso no tenía nadie que juzgara ese look? Supuso que no, seguro que era soltero o que estaba casado pero a su mujer se la soplaba cómo fuera porque hacía tiempo que no le hacía caso. Suele pasar, sin dramatismos.
A su derecha, una mesa de gente joven, les llevaría tranquilamente unos quince años, estudiantes de ciclos con aire de universitarios, pero su conversación no engañaba a nadie. A pesar de que no tenían nada que decir los envidiaba, envidiaba su cháchara de ascensor sin sentido. Ojalá pudiera decir nimiedades a alguien y no fantasear con posibles sentencias geniales. Pero así era su vida en ese mismo momento, un lugar solitario lleno de humo y recuerdos, algunos muy lejanos, otros rutinas cercanas a las que quería escapar: un beso de bienvenida, una conversación de familia, un juego con las niñas.
A estas alturas ya llevaba tres cigarrillos y una taza de café. Tuvo que tomar una decisión. No apuró el tercer cigarrillo, saboreó el poso y pagó el euro veinte correspondiente. Nada más levantarse una pareja ocupó su lugar, felices de no sentarse en la única mesa que no estaba ocupada, a la que daba de frente todo el calor del sol de levante. No hubo orquesta.

PD: He tomado una decisión. No cerraré el blog. El otro día decidí dejarlo, abandonar. Pero leí entradas antiguas, de hace dos años, tres, esto lo empezamos ya hace cinco años. Y sentí envidia de mí mismo y de vosotros, de cuando esto era un lugar de encuentro y reflexión. Me gustaría que algún día lo volviera a ser. Esa posibilidad me puede. Así que este es el planteamiento: este blog servirá para mi desahogo y crearé otro blog con mis críticas y comentarios de música, libros, series, películas,... Pondré el enlace cuando esté abierto. 

viernes, 31 de mayo de 2013

End of Part One

No existe razón alguna para lo que hacemos, para nada de lo que hacemos. Todo desaparecerá en un momento. Nadie recogerá los restos. Somos nada. Pero podemos seguir jugando a intentar trascender el momento, asirlo, agarrarlo, magnificarlo, crear un mito de ello. Entonces se convertirá en historia, en cuento, en relato, en algo que alguien querrá contar. 
No tengo tiempo para perderme. Todo debe estar en orden. No soy yo, soy otro. Ahora mismo soy lo que tengo que ser, no necesariamente lo que quiero ser.
Me siento incapaz de seguir hablando de mí o mis circunstancias porque no tengo nada que añadir. No hay ficción, no hay diversión, no hay público. Esto es un juego al que no quiero seguir jugando. Aquí acaba este blog, espero que hayáis disfrutado como yo lo he hecho. 


Comedown Machine

The Strokes ha sido una constante en mi vida desde el 2003, yo no los descubrí con "Is This It?", aunque la portada con ese culillo me llamó la atención desde el principio. Era uno de esos grupos que no me tenían que gustar. Pero empecé a escuchar por casualidad "Room On Fire", más que nada por el single "12:51" y su curioso videoclip (en donde salían tocando en una lanzadera estilo Tron, reivindicando ese gusto obsesivo por los 80's). Y me gustó un montón. La épica de la frivolidad que gastaban en "What Ever Happened?", "12:51", "Meet Me in the Bathroom" o la tremenda "I Can't Win" por no hablar de "Reptilia", me convenció. Eran unos niñatos, sí, pero también amiguetes haciendo, tocando por gusto no por necesidad (tenían sus bocas y egos bien alimentados antes de todo esto: Julian Casablancas hijo del fundador de la agencia de modelos Elite; Albert Hammond Jr., en fin, hijo de ídem). Casablancas, cantante, era el personaje necesario para que todo esto funcionara: único compositor del grupo pero necesitado de sus amigos para berrear sobre sus demonios personales.
Mi interés por el grupo creció pero por su música no por los cotilleos que los rodeaban, es que esta gente eran celebridades que salían paseando al perro o en partidos de béisbol besando a la novia. Así que lo normal era leer críticas de su música mezclada con su condición de hiperestrellas. Algo irritante. También era irritante comprobar cómo el primer disco es el único que se salva de la quema crítica general. El resto son pobres reflejos de aquél aunque siempre con grandes momentos. Un momento, que esto es la opinión general. Más bien, la opinión asentada tradicional. Todas, todas, todas las críticas de un disco de Strokes comienzan diciendo lo grande que es su primer disco y qué mal que no se repita. Luego, todas, todas, todas dicen que el anterior no estaba tan mal, aunque lo hubieran puesto a bajar de un burro, pero que éste de ahora sí que es una mierda. Pero, ah!, todas, todas, todas, hablan de que dos o tres canciones son las mejores que han hecho nunca, pero el resto, buff, el resto no hay por donde cogerlas (el listado de mejores varía tanto como culos tienen los redactores). No soy completista en esto, son las críticas que he leído, en su momento sobre "Room On Fire"("una repetición absurda del primero"), "First Impressions on Earth"("definitivamente The Strokes han pasado a ser una banda de heavy trasnochado (?)"), "Angles" ("confuso, este grupo está muerto") y este último "Comedown Machine" ("ya nunca más serán grandes, con lo bueno que era el "Angles""). Los cronistas que defienden ahora como clásicos "You Only Live Once", "Heart in a Cage", "Juicebox", "Macchu Picchu", "Under Cover of Darkness", "Reptilia" o "12:51" pensaban que eran discos flojetes en su momento.
Ahora, esto me da más o menos que igual, solo es curiosidad malsana. Vamos con el disco en sí: pues no está nada mal pero, en mi opinión, es el más flojo de su discografía. Hay por ahí algo de final de etapa, de ciclo. La verdad es que también me ha molestado la presentación: una triste carcasa de cartón a modo de máster de estudio con un portafolio de fotos del grupo en sombra en su interior. Ni letras ni apenas créditos ni nada. Esto ya de entrada revela cierta despreocupación o algún tipo de mensaje que no pillo. En cuanto a la música, es la continuación natural de "Angles" y el disco en solitario de Julian Casablancas (el reivindicable "Phrazes for the Young"): un disco heterogéneo con canciones que suenan a los Strokes ("All the Time", "50/50"), a los 80's ("One Way Trigger" o "Welcome to Japan"), experimentales ("80's Comedown Machine", "Call It Fate, Call It Karma")... El sintetizador abunda más que el guitarreo y esto es lo que todo Cristo critica pero es que los Strokes son Julian Casablancas y éste lleva ya un tiempo obsesionado con el falsete y los ritmos sintéticos. Ergo, cubierta aparte, para mí sigue teniendo esa intensidad emocional que salía a relucir antes con más guitarrazos. Así que no hay problema. Volviendo a las impresiones, la primera vez que lo escuché, la primera canción me recordó a "Macchu Picchu" de "Angles" y va a ser que "Tap Out" (algo así como golpear con los dedos, como cuando marcas el ritmo en una mesa o así) contiene la misma idea: un ritmo sincopado y atrayente y una canción de lo más molona con curioso título. La letra es muy del estilo Casablancas: parece la cháchara de un borracho con aires de trascendencia. Y esto no es negativo, a mí me gusta: "Decide my life/Define my past/Don't ask questions/'cause I don't know why". Es sentencioso pero juguetón.
"All the Time" a su vez hace de sustituta de "Undercover of Darkness" en "Angles", la canción autorreferencial, con el riff típico a lo "Last Nite" y letra al uso. Parece que han decidido usar la música a la Strokes para hablar de sí mismos y sus circunstancias como grupo: "All the time that I need is never quite enough (...) You're living a lie/You're livin' too fast/Baby, you're flying too high". Total, que no tienen prisa y, de nuevo, a mí me parece estupendo.
"One Way Trigger" supongo que si a alguien le importa se parece al "Muelle de San Blas" de Maná pero creo que la cosa va más por A-ha. En fin, que independientemente de a qué se parezca esta canción es un tema más que notable con ese tono épico pop que tanto me gusta. Y la letra va del miedo al compromiso y las discusiones de pareja, algo así como "Last Nite". Todo muy familiar.
"Welcome to Japan" es lo que probablemente defina a los Strokes del 2013: un ritmo irresistible con una letra vacilona. Es donde parece que se encuentran más sueltos. Y tiene una de los mejores versos de la historia de Strokes: "What kind of asshole drives a Lotus?".
"80's Comedown Machine" es larga y pesada. Parte el álbum sería como la última de la cara A si fuera un LP. Pero escuchada en CD no me consigue interesar (de hecho hace que pinche de nuevo la primera). Además la letra es muy difusa, sin garra.
"50/50" es un cañonazo, remonta el disco y se encuentra a los Strokes más susios. Esta es otra que les puede gustar a los fundamentalistas. Pero, como creo que he dejado claro, los Strokes de ahora no son esto o, por lo menos, no son sólo esto. La letra es muy agresiva con aire punk: "I will say/"I will say don't judge me". Otra de las grandes del disco.
"Slow Animals" es un terreno donde los Strokes me ganan por lo evidente: un medio tiempo que se autodenomina "slow". Aquí sigue planeando lo de los nuevos Strokes: referencias a los 80's con estribillos poderosos y un Casablancas elegante. Aquí hay un tema polémico: ahora me gusta más cómo canta que antes donde básicamente se desgañitaba o fraseaba. La letra parece una especie de himno generacional pero no puedo intelectualizar mucho sus letras porque perderían el feeling que creo que tienen. (Por cierto, que hay una cara B que se titula "Fast Animals": la misma canción acelerada. Genial, en serio).
"Partners in Crime", aparte de que esta gente sabe cómo titular una canción, un valor en sí mismo, es una gran canción, divertida, frivolona, con un gran riff,... Para irse de juerga y ponerla a toda hostia en el coche (ya lo he hecho y mola). No sé, yo no le veo pega por ningún lado.
"Chances" y "Happy Ending" son también muy ochenteras y podrían estar perfectamente en el disco en solitario de Casablancas más que en uno de los Strokes. No es de lo mejor del disco pero me siguen gustando y mucho. Pero aquí gana la electrónica (analógica) a las guitarras.
"Call It Fate, Call It Karma" pues es la más osada del disco por la cosa experimental y porque es la menos audible, pero bueno en disco que tienes nueve grandes canciones y dos reguleras no voy a ser yo el que lo ponga a parir.
Conclusión: hay que escucharlo y reescucharlo porque como todo disco de los Strokes esto es pa' pasarlo bien y aquí hay diversión y buena música (pero el libreto y carátula es una porquería desganada).

PD: Ah, por cierto que todo esto también sirve para celebrar mis diez años de absurda obsesión por estos tipos. No pongo la portada que no me gusta, mejor una foto de esas que se les ve la cara y las camisetas.



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miércoles, 8 de mayo de 2013

The Green Hornet

Acabas de ver una película como ésta, con la que mal que bien has pasado el rato y te viene una reflexión a la cabeza: esto lo podía haber hecho cualquiera, lo podría haber hecho yo con mi primo y, por supuesto, un montón de pasta. Porque esto es lo único que parece lucir en esta película, el abultado presupuesto, porque de lo demás poca cosa.

Los diálogos son de lo más torpe y, sobre todo, sin gracia que he oído, tanto que parecen escritos con desgana o falta de inspiración (estamos hablando de gente que escribió "Supersalidos", "Superfumados" o "Los amos del barrio", no es Shakespeare pero tienen su aquél).Y van y eligen a uno de los iconos de la independencia creativa (sic) de los últimos años, Michel Gondry (aunque el hombre está totalmente instalado en el mainstream), para que le dé lustre visual a su guión y yo no veo ideas geniales por ningún lado: escenas de acción/persecución destrozonas, lo de la cámara lenta es de Matrix y está muy visto, ¿una escena con la imagen dividida para que veamos varias acciones? ¿original?, mucho efecto especial porque hay mucha pasta... En fin, nada memorable, no me podía quitar todo el rato la sensación de que todo en esta película se sostiene porque hay dinero detrás pero ninguna idea decente y es una pena.

La supuesta originalidad de la propuesta es darle la vuelta a los tópicos superheroicos dentro de una película de superhéroes, en fin, no sé qué tiene de original el asunto, porque héroes torpes han existido unos cuantos, de esos que resuelven los casos por la mano de otro que es realmente el bueno (anda pero si es el inspector Gadget!). Usan la idea del remake de la serie original (que desconozco salvo por el detalle de que el oriental era Bruce Lee) para parodiarla: operación ya repetida con "Starsky y Hutch" o la terrible "Los Vengadores" (la de Connery, Fiennes y Thurman). Vamos, que nada de nada. A lo mejor no les ha beneficiado que sean los productores/impulsores de la idea, hubieran necesitado un Judd Apatow que les metiera algo de caña.

Los actores están por estar, nada reseñable. Lo único que me sorprendió es que apareciera Edward Furlong (el crío de Terminator 2), un actor reconocido en sus tiempos mozos pero al que los malos hábitos le han pasado factura y de qué manera: vale que hace de yonki pero es que parece que no le ha hecho falta ni maquillaje, el tío está para el arrastre.

Así que el único mérito de la película es que, si puedes pagarlos, hay unos técnicos de puta madre en el cine americano. Y encima he pagado por verla con lo fácil que hubiera sido descargarla.


PD: Si todavía estáis ahí decid hola o algo es que me da la sensación que sólo entran aquí voyeurs para ver la foto de Halle Berry (en serio, que según las estadísticas del blogspot ha recibido unas 2000 visitas!). Me siento inspirado pero si esto no lo va a leer nadie, pues que me lo escribo para mí y cierro el chiringuito, no pasa nada.

lunes, 6 de mayo de 2013

El hombre anuncio protesta

Hubo un tiempo en que se podía protestar como explotado contra el explotador sin compartir mesa. Ahora los que protestan son también parte del problema. Es la pescadilla que se muerde la cola, forma parte del sistema que no sólo nos han impuesto, hemos sido cómplices, somos culpables también de ello. Esto no pretende ser demagogia: no todos estamos al mismo nivel. Pero nos podemos sentir igual de responsables dentro de nuestras posibilidades.
Ahora nos sentimos engañados por nuestras hipotecas con cláusulas abusivas cuando ni se nos obligaba ni se nos timaba. La documentación se entregaba, pasaba por un periodo de diálogo y discusión y luego se aceptaba supuestamente habiendo leído y estudiado hasta la letra pequeña (que de tan pequeña casi que no se ve, cierto es). Nunca ha sido obligatorio acceder a una vivienda en propiedad cuando existe el alquiler, y fuimos parte del problema por cuanto comprábamos casas que no podíamos pagar y, por tanto, aumentábamos el valor de cualquier vivienda al asumir siempre como válido un préstamo a larguíiiiiiimo plazo. Todo esto parecía bueno: para la construcción, para el consumo, para nosotros mismos. Si no fuimos capaces de prever que ninguna situación, ni buena ni mala, dura cuarenta años, ¿a quién culpar?
Efectivamente, a los políticos: ellos estaban en las direcciones de las cajas de ahorro que son las que han dado más préstamos a ciegas durante la bonanza, engañando al incauto mileurista (en tiempos de bonanza) mientras firmaba una hipoteca a treinta años de una casa que no se podía permitir.
Otra cuestión es la consabida corrupción: en Andalucía se lleva soportando una corrupción política a nivel local, regional y autonómico ya unos treinta años. Es la realidad que más conozco: se prefiere que te robe uno de izquierdas que uno de derechas. Conozco casos de enchufismo, de mariscadas y viajes a Cuba a costa de las tarjetas de la alcaldía, de asesores que no asesoran pero cobran, de tráfico de influencias, de políticos en nómina de empresas que recibían invitaciones y regalos cada pascua,... casi desde que dejé de chuparme el dedo. Pero ya sabíamos que se robaba, la cuestión es que nos daba más o menos que igual. Para una conversación de bar que daba. Pero ni se votaba en blanco, jamás he visto un acoso a un político, ni un escarnio público y los (pocos) medios que se atrevían a denunciar se les callaba tildándolos de derechas (que es más o menos como una mierda). Luego contemplo otra realidad (porque así nos lo hemos montado con el sistema autonómico), veo Valencia y tal para cual. Los mismos perros con distinto collar: ayuntamientos que llevan dos o tres legislaturas intervenidos, sobornos y regalos de constructores y empresas, enchufismo, gastos faraónicos para la nada más absoluta,... Esto es lo que he visto durante tres décadas y ahora ha explotado, en mi opinión, para nada bueno. Porque, ¿cómo vamos a conseguir que los políticos asuman sus errores, que se quiten de una puñetera vez esos privilegios legales que no morales (¿quién coño entiende que le paguen dietas hasta al apuntador del Congreso?), que dejen de malgastar dinero en estupideces y lo gasten en donde hace falta (que estamos en una situación de subsistencia no de bonanza), que dejen de responder con evasivas y nos tomen por tontos? Es realmente desesperante oír a unos (PSOE, IU) y a otros (PP) -porque éstos son los que han estado y están en el ajo-, cuando imposible no desconojarse con lo que dicen los nacionalistas que viven en su fantasía. Y hay buena gente, o eso creo yo, pero la puta disciplina de partido les dice que mejor calladitos no vaya a ser que... y esos se van o los echan que lo mismo da.
Así que ¿cuál es el único problema real que tenemos? El paro. No trabajar nos cercena, nos limita, nos imposibilita desarrollarnos como personas e individuos. Entonces buscamos culpables, que los hay, pero cuando se dispara a diestro y siniestro se suele errar: sindicatos, partidos políticos, empresarios, banqueros, Alemania, los especuladores, los ricos, el mercado (¿?), el sistema (¿?), la policía, la corona, los nacionalistas, las Comunidades Autónomas, los Ayuntamientos, la Iglesia, Obama, la administración pública, las subvenciones, los periodistas, los funcionarios y el sursum corda (que no significa lo que pensáis en latín). Un listado agotador de culpables imposible de tirotear, por mucho que lo intentemos.
Esto es un batiburrillo apresurado e desordenado de ideas que pretende la polémica y la reflexión, es un desahogo escrito de una situación que no es única, que no pasa sólo aquí, que no somos tan malos ni fuimos tan buenos, que me jode y me preocupa pero que creo que nadie, ni yo mismo, comprende ni tiene la solución.
En fin, que, por intentar -sólo intentar- resumir, en mi opinión van a pasar dos cosas: que la propia inercia mejore las cosas porque sí o que seamos el país que realmente somos, un modesto país del sur de Europa con más economía en negro que en blanco, que el ser humano no se ahoga aunque Dios apriete.

PD: Insisto en lo del desahogo, esto no es pensamiento único, son ideas parciales, incompletas, no razones. Y ya me gustaría que comentaseis pero ya me he vaciado un poquito. Ah, lo del título es por un chico que vi en una manifestación empapelado de mensajes con su uniforme de Adidas. ¿Alguna opinión?

Soldados de fortuna

El cine, como cualquier otro arte, se puede disfrutar en su versión oficial, digamos, la respetada oficialmente, que cumple el canon establecido, y en sus otras vertientes más discutibles, llamémosle B (o C o Z) pero, en muchos casos, igual de gozosas. "Soldados de fortuna" entraría en esa categoría B sin complejos, sin duda alguna, así que es muy pero que muy disfrutable.

La premisa no engaña a nadie: una empresa ofrece a gente dispuesta a pagar un pastizal la oportunidad de participar en una guerra para derrocar a un tirano de una ignota isla (inventada para la ocasión) en el Mar Negro. En el anuncio dan toda clase de garantías de que la cosa no tiene riesgo a pesar de que no es una batalla de paintball sino fuego enemigo real (¿!?). Vamos, que su verosimilitud es discutible, pero, qué demonios, al infierno con la veracidad si está entretenida.
Es ese tipo de películas que hubiera disfrutado horrores en los 80, y, gracias a Dios, sigo disfrutando si está decentemente rodada. Además, tiene un cásting esforzado y de prestigio: Christian Slater (me voy a hacer fan de este hombre), Sean Bean (me parece muy saludable que actores como éste trabajen sin complejos en películas A y B, y lo hagan bien siempre), Ving Rhames (inmortal desde "Pulp Fiction"), John Cromwell (el bueno de "Babe" o el mal de "LA Confidential"), Dominic Monaghan (el puto hobbit o improbable rockero tocapelotas en "Perdidos", es que este tipo me cae fatal), Colm Meaney (todoterreno que igual sale en una prestigiosa producción inglesa que en "Con Air" o esta misma), Freddy Rodriguez (el embalsamador de "A dos metros bajo tierra" o el protagonista de "Planet Terror"). Vamos, que ya quisieran muchas películas tener un reparto así.

Y la película, con sus improbabilidades y altibajos se deja ver en un suspiro, apenas hora y media de humor, acción y demás cosas molonas. Porque la película siempre intenta impactar con situaciones forzadas pero muy atractivas: Slater es fichado por la compañía montándole un numerito con unos moteros en una partida de póker dentro de una especie de granero preparado como un casino (en fin, una acumulación de cosas tan grande y ridícula que tiene que gustar, o no!); luego, se despierta en la caravana en la que malvive y se encuentra a la chica de la empresa desayunando con mesa, mantel y mayordomo, a tutiplén que se dice; Sean Bean aparece con una chica de su harén y decenas de botellas de champán (antes hemos visto cómo él y unas chicas en bikini ametrallaban desde un yate a unos piratas somalíes (!)) en el campamento de entrenamiento;... Los diálogos son todo lo sentenciosos que pueden ser: Colm Meaney amenaza con cortar los huevos a Freddy Rodriguez y le suelta: "Luego, estos talibanes terminarán de hacerte mujer" (!). Los personajes son todos estereotipos muy reconocibles (hay un broker millonario tipo Lehman Bros., un creador de videojuegos, una especie de Steve Jobs, un traficante de armas, un magnate del metal,...) y sus motivaciones, dentro de la parodia, no están del todo mal.
Bien, llegados a este punto pensaréis que a) un retrasado mental defendería esta película o b) qué demonios, por lo menos me reiré un rato. No es que sea muy listo pero la b) es una buena opción.

Según la IMDb es una coproducción Rusia/USA, con director ruso también así como parte de su reparto. Y, curioseando un poco más, resulta que uno de sus guionistas, Alexandre Coscas, ha sido asistente de producción de Avi y Danny Lerner en cosas como "John Rambo" o "Los mercenarios" así como otras producciones Nu Image/Millenium Films. Dios los cría,...
En fin, que una serie B de acción decente. Muy recomendable para pasar el rato. Y la comento porque ni Cristo se preocupará de recomendarla, ea.



viernes, 26 de abril de 2013

Más allá de la vida

Ya hace tiempo que he perdido sensibilidad para la violencia en el cine, no me impacta, básicamente, si no está bien integrada me aburre, y mucho. Sigo pensando que es una buena herramienta para contar cosas, me motiva en ciertas películas, entre mis géneros favoritos está el cine negro, el de terror y el de acción que se valen de la violencia más o menos explícita. Pero la costumbre y el visionado de productos extremos hace que no me retuerza (bueno, alguna vez sí, pero es más cuestión del contexto. Ejemplo, el "Funny Games" de Haneke no tiene apenas violencia explícita pero te asquea cuando aparece). Así que ya no me motivan las películas "de asco" como antaño en mis tiempos mozos.
¿Y esto a qué viene? Pues que igual que estoy insensibilizado para la violencia (en el ¡cine! se entiende), no lo estoy para los dramas. De hecho, cada vez estoy más llorón. Y ayer lloré un rato viendo "Más allá de la vida" que sí, tiene sus defectos, pero te emociona, y mucho. Y suelto la lagrimita (o el llanto directamente), allí, en el sofá, solo, y me jode. De verdad que como decía la canción: "yo no quiero penas, dame alegrías" (creo que era unas sevillanas o así). Hay gente que se desahoga con el llanto, yo me siento una mierda y me deprimo. No es mi forma de escapar, yo tengo otros métodos más festivos.
Y Clint Eastwood consigue que llore cuando el cabrón quiere que llore. Una de las lloreras más grandes que me he pegado en una película es en la escena del coche de "Los puentes de Madison", cuando Meryl Streep se decide o no a irse con el Clint a hacer fotos por ahí y sostiene la puerta como si la fuera a romper. Hay un par de escenas de esta "Más allá de la vida" que consiguieron su efecto de sobra (la de los Puentes gana de todas maneras). Y si tiras un poco del recuerdo de sus películas tenemos emoción de sobra: "Bird", "Million Dollar Baby", "Gran Torino", "El aventurero de medianoche", "Bronco Billy",... Como director clásico que es, no hay nada más clásico que el melodrama estilo "Tú y yo" (otra que tal, la de Cary Grant y Deborah Kerr, cuyo final es imposible). Y como talento tiene para regalar, nos lo ofrece.
Por comentar un poco esta gran película el argumento gira en torno a tres personajes con sus tres historias independientes que, a poco que lo pienses, van a coincidir, seguro: en San Francisco un vidente con talento natural para contactar con los muertos (un excepcional Matt Damon); un niño londinense que pierde a su hermano gemelo; y una periodista francesa que sobrevive a un Tsunami (Cécile de France). Al haber tres historias distintas conectas más con unas que con otras y, para mí, la de la francesa es la más tópica e innecesaria;  la del niño está bien, simpatizas con él; y la de Matt Damon es la mejor: por escritura, interpretación y originalidad seguramente. Esta sola historia hizo que me atrapara toda la película: hay una escena con Bryce Dallas Howard durísima, emocionante. Y Matt Damon lo borda, no entiendo cómo se ninguneó a la película y se le obvió para el Óscar.
La conclusión es obvia: merece la pena las dos horas de viaje (y, por favor, olvidaos de la "traducción" castellana, el original es el más mejor "Hereafter"). Y eso es decir mucho. Así que la veis y la comentáis, plisssssss! (es que no huelo un comentario en semanas y esto es mú triste, a ver si me voy a echar a llorar).


jueves, 25 de abril de 2013

Hard Cash (que, cómo no, aquí se retituló, "Dinero susio")

¿Por qué alguien se puede decidir a ver esta peli y no pararla a los 10 minutos? Por el despropósito que supone ver a tres antiguas estrellas del Hollywood de los 80-90's arrastrándose por un plato de lentejas (o por unas cuantas rayas o por un par de botellas de Bourbon). A saber: Christian Slater, Daryl Hannah y ¡Val Kilmer! Más gente como Balthazar Getty ("El señor de las moscas", "Carretera perdida"), Verne Troyer (el mini-yo de "Austin Powers") o William Forsythe (éste sí más relacionado con la serie B o Z, pero gran actor secundario). Todos en una producción de la amada/odiada Millenium Films/Nu Image de Avi Lerner y Boaz Davidson que algunos llaman "la Cannon de nuestra época" no sin razón.
A ver si puedo resumir el artefacto: Christian Slater es un ladrón que roba a ladrón, en este caso, un traficante interpretado por William Forsythe. Con la ayuda de un cubano, un enano y una chica, lo intenta: delirante plan en el que el enano tiene que ir camuflado en la barriga de la chica, para luego esconderse en el baño (¡hey, que esto es como el caballo de Troya! ¡Ah, los clásicos!). Total, que todo sale fatal, lo meten en la cárcel (sólo a Slater) y cuando sale, en un año o así, vuelve a las andadas enseguida. Otro plan de mierda en una casa de apuestas lo lleva, primero, a liarse con los delincuentes más cutres de la ciudad; segundo, encontrarse con el corrupto agente del FBI que tiene la jeta de Val Kilmer (sin duda, lo mejor de este excremento); tercero, buscarse la perpetua a costa de una hija a la que se supone quiere un montón (una pelirrojilla babosa). Entre medias se reencuentra con el cubano del principio, un ioputa que tiene la costumbre de cortar manos. Ah, y hay un espalda mojada chicano que sale en varios momentos de la película: escapando de no se dónde, vendiendo por la calle para que le atraquen y, en un supuestamente divertido acto final, masacrando al cubano y sus compinches con una metralleta. En fin, de lo más normal.
La película entra directa en esa categoría de "malas pero divertidas" por sus continuos errores e intenciones desaprovechadas. Tiene diálogos memorables (el Kilmer diciendo: "Me siento hecho papilla... como el hombre papilla"), una trama embarullada que no lleva a ningún sitio, interpretaciones alucinógenas (los excesos pasan factura, cada vez más, y la pobre Daryl Hannah está pa' los restos),... Parece que después de pagar al cast no les quedaba ni para pipas porque los escenarios, efectos y escenas de lucha y persecución son de una factura modesta, por decirlo de modo agradable. Vamos, que en las escenas de coches y lanchas tiran de pantalla de proyección, lo que da lugar a más de una risión.
Así que si tenéis muuuucho tiempo libre, que la echan en el Paramount Channel, es un ejemplo de cómo NO se debe hacer una peli de acción y un cementerio de elefantes para unas otrora estrellas de Jolibú ("estrella de los estropajos vas a ser tú", que decía la coplilla).

PD: Una pregunta de quiz: ¿En qué otra (gloriosa) película coincidían Kilmer y Slater? Si no comentáis, no contesto.

El que sale en la peli no es este, es el que se comió a Val Kilmer

jueves, 18 de abril de 2013

David Mamet



Los hados sonríen cuando nos topamos con alguna obra escrita o dirigida, o ambas cosas, por el gran David Mamet. Dramaturgo reconvertido en guionista porque tenía talento y por su reconocida cinefilia, empezó dirigiendo una pequeña obra maestra de artesanía llamada "La casa del juego". Allí ya encontramos constantes de su cine como director: el engaño como arma y forma de vida, mezcla de personajes de alta y baja estofa, giros de guión sorprendentes, una dirección sensata, clásica. Además ya aparecen actores como Joe Mantegna, William H. Macy o Ricky Jay que salen en muchas de sus películas manteniendo una galería de actores fijos a la manera de directores como John Ford.



Pero yo lo descubrí unos cuantos años después, con una de sus joyas escondidas, "Homicidio", alquilada en mi videoclub habitual (el mítico Moi's). Una absorbente película que en su época relacioné más con el cine de Abel Ferrara por la obsesión que desarrolla el policía protagonista, otra vez Joe Mantegna, hacia la religión judía. Pero sólo es una comparación personal, la película es mucho menos sórdida que las de Ferrara y va por otros derroteros. Una de esas pelis de culto instantáneo por su extraña naturaleza entre el thriller convencional, el documento vivo de una sociedad tan cerrada como la de los judíos ortodoxos y una tesis sobre la fe y la vida. Y tiene uno de los finales (que no voy a destripar) más inquietantes que recuerdo.

Evidentemente, rebusqué en lo que restaba de su filmografía como director: la mencionada "La casa del juego" y "Las cosas cambian". Esta última es una comedia agridulce donde un modesto y anciano zapatero es contratado por la mafia para que se autoinculpe por un crimen cometido por un jefe de la mafia con el que guarda cierto parecido. El anciano acepta y queda bajo la custodia de un matón (otra vez Joe Mantegna) el fin de semana antes del juicio. Una cosa lleva a la otra (entre ellas que el mafioso está bajo presión por un error) y terminan saliendo de la habitación del hotel del que no deberían salir para pasar los mejores días de su vida. Una película vitalista y entrañable con un par de actores en estado de gracia y un guión a su altura (el zapatero es Don Ameche, uno de los abueletes de "Cocoon"). Otra gran película, tres de tres.

Luego se toma un descanso donde no para de adaptar y escribir guiones magistrales. En los 80 ya lo había hecho: "El cartero siempre llama dos veces", "Veredicto final" y "Los intocables", nada más y nada menos. Pero en los 90 se dedicó a adaptar sus propias obras de teatro al cine como guionista (la magnífica "Glengarry Glenn Ross" -con uno de los mejores repartos masculinos de la historia del cine- y "American Buffalo") o director/guionista ("Oleanna", la única película que no he visto del autor). Más, la reivindicable "El desafío", "Hoffa", "Ronin y "Vania en la calle 42" (el testamento cinematográfico de Louis Malle).

A finales de los 90 retoma dirige una de sus películas más frívolas o juguetonas: "La trama" (de nuevo la traducción española se carga la gracia del original "The Spanish prisoner" y lo adapta de manera impersonal -y repetida, es también una película de Hitchcock, "The Plot" en el original-). Un juego de astucia con macguffin (el dichoso invento) del que desconocemos su naturaleza pero sí su importancia. Hasta el momento seguro que su película más ligera, menor pero con mucho encanto. Claro que si lo comparamos con sus coetáneas, cualquier película de Mamet supera ampliamente a la mayoría. Y sin duda pocas películas de los 90 han llegado tan frescas como esta. También ha sido uno de los (pocos) intentos de Steve Martin de salir de su rol de payaso, intento que supera con sobresaliente. La poca repercusión de esta película (y todas las de Mamet) supongo que le impidió seguir probando otros registros, una pena. Ah, y es la única película del director que he podido ver en cine. Recuerdo que para mucha gente de mi entorno fue una grata sorpresa.

Así que Mamet seguía labrándose una carrera de pequeñas (pero geniales) películas como director que sólo parecía apreciar una minoría, mientras mantenía una reputación de guionista de éxitos de calidad (a la lista me remito). Es ese tipo de fenómenos para mí inexplicables, es, en verdad, un tipo a reivindicar (también por mi interés: la mayoría de sus películas están descatalogadas o tienen ediciones mejorables). Culmina la década de los 90 con otra película para mí menor, "El caso Winslow": inspirada en hechos reales donde el honor y la verdad siguen siendo temas prioritarios. Y el reparto incluye a dos actorazos como Nigel Hawthorne y Jeremy Northam (también de culto pero actorazos). No es la mejor de sus películas pero se ve con agrado.

En los '00 continúa su labor de guionista de primer orden con "Hannibal" y, sobre todo, la adaptación de su obra de teatro "Edmond". Una gran película dirigida por Stuart Gordon que describe la bajada a los infiernos de un hombre de clase alta que, de repente, se da cuenta del vacío de su existencia (bajo la influencia de una echadora de cartas) y se dedica a buscar la felicidad en lugares poco recomendables. A la manera de un Ulises perdido y desorientado vaga por un siniestro New York y... mejor no contar más. Quizás es la película más introspectiva y extraña de Mamet y supongo que, por eso, es un material que prefería no dirigir. La elección de William H. Macy (probablemente también lo hizo en teatro pues es uno de sus actores fetiche) no puede ser más acertada clavando su papel de macho infeliz intentando recuperar su dignidad, fracasando estrepitosamente (o no, interpreta su final como quieras).


Paralelo a su papel de guionista y dramaturgo, sigue dirigiendo películas cada vez con menos repercusión (si cabe) pero muy dignas, aunque su serie de TV tiene un éxito sorprendente y merecido. Y dignifica un género malinterpretado en muchas ocasiones como es el de acción con "Spartan" (magnífica y modesta -por presupuesto- incursión en el thriller de acción, en un momento en el que toda peli de este tipo debía ser como la saga Bourne, saca adelante y con Val Kilmer (!) un dignísimo film de espías, conspiraciones y traiciones, menos convencional de lo que aparenta), la interesante serie de TV "The Unit" (retrato de una unidad de operaciones especiales y sus familias, donde dirige y guioniza varios capítulos y se acredita como creador y productor) y su última película, "Cinturón rojo". Aparte, es más cine negro que de accion, queda "El último golpe" una especie de "Atraco perfecto" que no lo es, por supuesto. Para mí, la más regular del lote aun con el nunca suficientemente admirado Gene Hackman. Pero, insisto, todas las películas de Mamet son entretenidas, técnicamente precisas, con grandes interpretaciones y guiones decentes. Y esto es decir mucho en estos tiempos.


Entre medias su primera y única comedia disparatada, "State and Main": una sátira sobre Hollywood y su realidad que contrasta con la sociedad de un pequeño pueblecito en el que van a rodar una superproducción. Se deja ver y es muy divertida por momentos (marca de la casa). El tema del cine dentro del cine también lo toca en "Cinturón rojo" y, probablemente, es una manera de ajustar cuentas con una industria que no lo ha respetado lo suficiente. No lo malinterpreto, simplemente creo que a veces hay que desahogarse. Y su retrato de actores, directores, productores y técnicos tiene tanto de crítica como de cariño y comprension. Muy americano.

Finalmente llegamos a "Cinturón rojo", que era la excusa de esta reseña (pero es que a David Mamet hay que ponerlo en el altar que se merece). ¿Una película de artes marciales? Pues sí y no: es una película de David Mamet sobre un hombre bueno (buenísimo) que dirige un gimnasio de artes marciales (no me preguntéis de qué tipo porque era algo como japonés-brasileño). Comenta Mamet que su interés surge de su propia experiencia como alumno y la idea de usar la filosofía de la lucha oriental como metáfora de las relaciones humanas. Así que deja claro que cuestiones como el honor, la dignidad y la espiritualidad no tienen cabida en este mundo superficial, codicioso y materialista. Y vaya si lo deja claro: la película emociona y mucho. Se aprovecha de un actor en continuo estado de gracia, Chiwetel Ejiofor, para dar verosimilitud a un hombre noble que sufre un proceso de tentación, penitencia y, finalmente, reafirmación. Esta es la ventaja del arte sobre la vida: en el arte todo es posible. Y, creedme, tiene el final que tiene que tener, un majestuoso final.

Bueno, esta reseña tiene un final agridulce pues esta película es del 2008 y no hay nada reseñable sobre Mamet (unos cuantos cortos según figura en el Imdb) hasta hoy. Y es que este año, aparte de algún proyecto, ha estrenado una TV movie sobre Phil Spector. Ávido estoy de poder conseguirla: en el reparto Al Pacino, Helen Mirren y Chiwetel Ejiofor (!). Y producida por la HBO. ¡Gracias por seguir ahí, señor Mamet!

PD: Y a ver si todos os ponéis a consumir con avidez la obra de este jrande. Y lo comentáis, por supuesto.

viernes, 12 de abril de 2013

Daddy Nostalgie

Esta es la historia de un desamparo. A veces, asistes a la función y te quedas sólo con un parte, con la que te interesa, te implicas o te identificas. La historia de "Daddy Nostalgie" es la historia de Caro, hija de dos vividores. Es la historia de cuando ella y su madre tienen que asumir la pérdida del padre, porque se muere, no se sabe si en un día, una semana o un año. Entonces se enfrenta al dilema de acusarlo por su fracaso como padre o disfrutar de lo que le queda de vida. Y es lo que debería ser porque el arte es así de hermoso y nos ofrece esta película pequeña y sensible.
Supongo que al verla tienes la sensación de la realidad del relato, cuando llegas a cierta edad probablemente hayas tenido que asumir esa clase de pérdida, incluso asistir a la coda final de alguien muy cercano. Y la película es dolorosamente dulce en cuanto la hija arropa a su padre, lo mima, lo huele, disfruta de sus últimos alientos con devoción y respeto. Es lo que debería ser. Es hermoso.
Y me ha recordado cosas, algunas buenas y otras no tanto. De todas las películas que he comentado en este blog es la más necesaria.

-¿Have I been a good father?
-Ghostly,... but you made me dream and laugh.

PD: Dirige Bertrand Tavernier, un creador cercano y comprometido, que guioniza con su mujer, Colo Tavernier O'Hara (supongo que de ahí el carácter bilingüe del film). La protagonizan con mucho talento Jane Birkin, Dirk Bogarde y Odette Laure (un descubrimiento para mí).


jueves, 11 de abril de 2013

VIPs

¿No es extraño cuando de repente te das cuenta de algo que ya sabías pero, simplemente, no habías tenido necesidad de reconocerlo, definirlo, expresarlo o pensarlo? Ayer tuve esa sensación que tropezó con otra casi inmediatamente: ahora me pasa en soledad, antes me pasaba con vosotros. No sé quién dijo que esperaba que si se le ocurría algo genial le pillara trabajando (o algo así). Pues cuando estaba con vosotros sucedía que lo poco genial que se me ocurría, de entre todas las tonterías que se me pasaban por la cabeza, me pillaba "trabajando", es decir, en una cafetería, delante de una mesa con jamón y tostadas de tomate o en el bar más inmundo. Y con ustedes. Y era recíproco, interactivo. Luego, hacíamos el compendio y nos quedábamos con lo güeno. Tuve el inmenso honor de compartir mesa y panchitos con gente como vosotros. Gente importante. Y no me digáis que es fácil o que no es así porque os mando a la mierda. 

PD: Lo del principio ha sido una sucia excusa para daros las gracias por lo de siempre, pero es cierto, tuve esta absurda reflexión (que ya sabía): cuando me duele la cabeza -que, como todo el mundo sabe, es que tienes fiebre- me quiero morir (es decir, que me rematen). Creo que soy el peor enfermo del planeta. Nada especial, pero, y aquí está el detalle, me lo hubierais escuchado un jueves por la noche. Gracias.

                                       Gran película y mejor persona

viernes, 5 de abril de 2013

Evil Dead

Hacía tiempo que no sentía tanta expectación por una película como por este remake de "Posesión infernal". Los trailers y pósters y fotos auguraban un producto decente, pero suponía imposible que me impactara tanto como lo hizo la primera por factores evidentes: la vi con once años y está en ese mi selecto club de películas que he visto más de 25 veces (o más de 50 en este caso). Mi adicción se convirtió en devoción a Sam Raimi y el hecho de haber visto dos veces "Por el amor al juego" sólo para comprobar que Raimi salía en los créditos. Joder, si hasta me peleé una vez con un tío durante la proyección de "Premonición" porque no paraba de hablar (esto es casualidad, pero casualidad con Raimi, es decir, reincidencia). En otro orden fanático, mis nombres en los juegos de rol siempre eran "Evil Dead" o "Evil Ed", así como los que me pongo en los scores de los juegos -ya sabéis, cuando se bate un récord de puntuación o así-.
No se me olvidará en la vida la primera vez que vi "Posesión infernal", alquilándola clandestinamente en el desaparecido "Videoclub Motril" (el de los alquileres a 20 duros) durante una Semana Santa (muy propio, vamos). Aproveché una escapada familiar a las procesiones para quedarme sólo en casa y verme "la película". Ya había oído hablar suficiente sobre ella por conocidos que la tachaban de legendaria. Y vaya si lo era. La carcasa del VHS estaba ya gastada de los alquileres que llevaba y, con la icónica mano saliendo de la tumba, venía la famosa crítica que acuñó Stephen King: "La mejor película de terror de la historia" (o así, que lo digo de memoria).
Posteriormente cayeron unos cuantos alquileres más, hasta que conseguí una grabación propia de la manera más inesperada: la programaron en la TV local de mi pueblo. Era un programa doble con "Este muerto está muy vivo" y "Posesión infernal". Y como postre, una porno que ponían siempre los sábados de madrugada. Y aunque "Evil Dead" es la que más he visto, las otras dos fueron disfrutadas en su momento más de una vez (la porno se llamaba "Visitantes inesperados" o así).
En la época tenía un listado de mis películas favoritas, mi top five particular: Blade Runner, Harry el Sucio, Apocalipsis Now, Con faldas y a lo loco y Posesión Infernal. La verdad es que no ha cambiado mucho.
Es la película de la que tengo más gadgets (y eso que no soy muy coleccionista de este tipo de cosas): pósters (del que estoy más orgulloso es el original de videoclub de "El Ejército de las Tinieblas"), el muñequito de Ash con su mano motosierra, el juego de cartas, postalitas con fotos, libros con análisis de la película, recortes de toda índole,...
En fin, si no os apabulla esta colección de absurdas anécdotas personales que-sólo-me-importan-a-mí, por lo menos, entenderéis porqué me he saltado mi rígida situación socio-familiar y me he ido "solico" a ver el remake de "Evil Dead", el primer día y la primera sesión, unos 26 años después de mi primer "Posesión infernal".
Y, ¿cómo está este nuevo comienzo? Curioso me resulta que empiece con un prólogo que me recuerda poderosamente al de "Arrástrame al infierno": no es que cuenten lo mismo, es que ambos presentan el mal que luego va a martirizar a los protagonistas de verdad. Buena elección, es un principio distinto que lo separa del original y está bien contado, crea cierta tensión. Además, no hay que ser remilgado con la información porque la mayoría del público de esta peli ya sabe lo que se va a encontrar.
La cosa pierde bastante fuelle en la presentación de personajes, aunque me parece bien el macguffin con el que justificar que unos jóvenes bien alimentados se metan en tremendo cuchitril (esto en los 80 se vería más normal): la chica protagonista, Mia, está intentando desengancharse así que amigos y su hermano mayor se reúnen para que lo consiga en medio del bosque más frondoso imaginable y así le sea difícil escapar. Pero, ay, los personajes o los actores o sus diálogos no funcionan, no conectas con ellos ni una mijilla. Así que la parte de "me estoy quitando", regulera. Y no sé si ha sido cosa del montaje pero la novia del protagonista apenas esboza un par de frases hasta que le toca su momento despiece. La chica tiene que estar contenta, vaya papelón.
Si recordáis la primera, hay una mítica escena clonada en esta, pero de muchísimo menor impacto: la de la violación del bosque. Donde en la primera daba mal rollo, aquí no lo consigue y la aparición de una chica salida directamente de "El grito" o alguna de esas de terrores orientales no ayuda en absoluto. La estética y resolución parecen sacados de un manga de esos de tentáculos.
Luego hay escenas logradas pero un tanto inconexas, los actores o los diálogos o el guión o algo no funciona lo suficiente. Aunque es innegable que está bien dirigida, es bruta, destierra el CGI y devuelve al maquillaje su importancia. Los desmembramientos dan mucho yuyu: los miembros no se separan limpios, se desgarran, se ven los cartílagos, mucha sangre. Esto está bien.
Pero hay algo en lo que parece empeñado el equipo de la peli y es en dar susto: pero no lo logran, los sustos son de todo a cien (reflejos, la típica figura que aparece de repente, golpes o música chirriante).
Un detalle que me ha gustado: ese momento en el que al de las gafitas le da la risa, como diría mi madre, por no llorar. Todo un homenaje al espíritu de la primera, donde los personajes terminaban desquiciados por la locura que les rodeaba. Y otro: después de un sonrojante primer epílogo, la lucha con el demonio final. Mismo tanto a favor: coger el espíritu de la primera y adaptarlo. El problema es que la película no recurre demasiado a ello. De hecho, es mi pelea favorita, de lejos, de toda la película. Y ocurre al final.
Ah, hay que terminar los créditos (en mi sesión fui el único que me quedé, con la de veces que hay alguna sorpresilla en este tipo de películas), no opino para no destripar, vamos.
Conclusión: discutir sobre la necesidad de los remakes es una estupidez, así que fijándonos sólo en la película en sí, no está mal. Pero es inevitable establecer comparaciones ya que esta película se vende con marca. Y ahí pierde sin duda: como escribí al principio de esta apresurada reseña, la primera "Evil Dead" la he visto unas cincuenta veces, con esta voy a pasar el rato una y no más (bueno, la veré también en VO, sobre todo por un detalle, no digo más).

PD: Lo de apresurada es cierto, es la primera vez que escribo una reseña de cualquier tipo tan rápido. Cosas del directo y de la nostalgia que me ha entrado. ¡Comentad!


jueves, 21 de marzo de 2013

La piel que habito

La verdad es que soy muy perezoso con las películas de Almodóvar, las suelo ver a los años y cuando ya el griterío crítico y público ha pasado. Supongo que no pongo muchas expectativas en ellas, siempre me parecen muy irregulares con grandes momentos entre otros de vergüenza ajena ¿Y ésta? Pues como si me preguntas por el último disco de Neil Young: como es la última que he visto y es muy buena, pues que la mejor de Almodóvar. Hay dos películas del manchego que he vuelto a ver y me siguen gustando: "¿Qué he hecho yo para merecer esto?" y "Átame". Esta va a ser la tercera.
Una de las cosas que me ha hecho disfrutar de la película es que no conocía apenas nada del argumento (principalmente, la sorpresa que encierra la trama). Así que mejor no contar nada si no la habéis visto.
Lo mejor de esta película es un Antonio Banderas ES-PEC-TA-CU-LAR, inmenso, contenido, preciso. Se ha pasado años en Hollywood con papeles quizás demasiado histriónicos (y por eso poco apreciados, pero muy decentes), y aquí demuestra una madurez y contención que no digo que lo redescubra pero sí lo vuelve a poner en la consideración que se merece: como uno de los referentes de la actuación hispana. Es un pedazo de actor, con una dicción perfecta (muy criticada, por cierto), un clásico en vida. Mucho se habla de las injusticias de los Óscars pero que no ganara el Goya al mejor actor tiene delito.
Se puede hablar mucho de su banda sonora (una obra maestra sin duda: y es que Alberto Iglesias hizo en el mismo año ésta, "El topo" y "El monje", increíble), de su sofisticada puesta en escena (y efectiva e inquietante), del resto de actores (las mujeres en especial: Marisa Paredes, de madre coraje, y Elena Anaya),... Almodóvar es tan autor en España que se suele obviar que tiene muchas influencias y préstamos nada disimulados ("Todo sobre mi madre" no sólo es "Eva al desnudo" es prácticamente "Opening Night" de Cassavettes, igual que "Átame" es "El coleccionista" de Wyler). Y aquí lo mejor es cómo se abandona en otros estilos como el de Cronenberg y Lynch, o el fantástico europeo (las asépticas escenas del laboratorio; esa salida a la naturaleza salvaje en la fiesta). Y lo que más chirria de la película son los elementos más marca de la casa como es la inevitable actuación en "directo" o la comicidad intencionada.

PD: Hay una película hecha un par de años antes de argumento similar (no parecido, igual) llamada "Victim" que visioné hace un año o así. Y es curioso cómo la misma historia puede producir una gran película o una bazofia barata y aburrida.

miércoles, 13 de marzo de 2013

Flipado sobre ruedas (¡Qué grande es la traducción española!)

El otro día comentaba "The Watch" con Ben Stiller y Vince Vaughn dirigida por un tal Akiva Schaeffer. Y hete aquí que el otro día fui a un videoclub de saldo y me pillé la otra película del director, "Flipado sobre ruedas" (en original "Hot Rod" haciendo un juego de palabras con el nombre del protagonista, Rod, y un término que en inglés hace referencia a un coche antiguo tuneado -como el que sale en "Grease"-). Comparten ambas que han pasado con más pena que gloria pero también que las dos me parecen muy divertidas. Vamos, que una película donde suena casi íntegro el mítico primer disco de Europe y hace un cameo Josh Homme de QOTSA, no me puede disgustar.
El protagonista, Rod, es un cutre especialista aficionado que se da de hostias con una vespino cutre que conduce a todas horas. En realidad, lo hace porque cree que su padre muerto era un especialista de motos y quiere continuar su legado. Ayudado por sus amigos intentará dar el salto de su vida (15 autobuses escolares!) para pagar al ioputa de su padrastro un transplante de corazón.
Todo el argumento, evidentemente, es una excusa para el lucimiento de los cómicos que aparecen: Andy Samberg, Bill Hader, Danny McBride, Will Arnet,... Estos los que me suenan, pero, claro, no son muy conocidos así que la cosa no debió ir muy bien y aquí en España ni agua. Luego están actores "serios" como Sissy Spacek o Ian McShane. También aparece por ahí Isla Fisher (curioso, la mujer de Vince Vaughn) que está para figurar, nada que ver con su mucho mejor papel en "De boda en boda", y un tipo oriental que siempre que aparece hace un extraño baile (?).
Todo por la risión: y funciona bastante bien y, lógicamente, hay gags muy decentes (cuando reparten pasquines, la proyección de la película de especialista, las fiestas infantiles o la escena del bosque) y otros no tanto.
Ah, produce, entre otros, Will Ferrell que perfectamente podría haber hecho un cameo.

                                                   Human Piñata

lunes, 11 de marzo de 2013

La maldición de Rookford (Varela)

Una sesión de espiritismo en la Inglaterra post-Primera Guerra Mundial es interrumpida por una de las asistentes que descubre el pastel: todo es un montaje. La chica es una escritora popular por haber escrito un libro que destapa las farsas de las historias de espíritus y se dedica en cuerpo y alma a perseguir a los timadores que se aprovechan del dolor ajeno (vamos, que se hincharía ahora con los del tarot o la cotorra inglesa esa del más allá). Está claro que lo hace con convicción pero no placer porque arrastra unos cuantos demonios propios. Al volver a casa recibe a un hombre que le cuenta que es profesor en un internado en el que un chico ha muerto, supuestamente, porque ha visto un fantasma. Los chicos están acojonados y le ruega que resuelva el misterio. Primero duda pero le toca la fibra sensible (y parece que le gusta el hombre, Dominic West, el McNulty de The Wire, no os digo más) y allá que va con sus aparatos y sus cosas.
La película tiene un comienzo muy prometedor: la sesión de espiritismo está rodada con tensión y gusto. El personaje femenino está muy bien descrito (es la chica de "VickyCristinaBarcelona", la amiga de Scarlett Johansson) y a mí me apetecería ver más aventurillas parapsicológicas de este personaje tan de cómic. Pero, tras una escena estupenda llena de suspense donde recorre la mansión en busca del supuesto fantasma, la cosa va decayendo (con sus momentos, como cuando encuentra la casa de juguete) hasta un flojo final con truco (diría que muy alargado, en realidad, como tres finales seguidos). Si es que el terror cuanto menos expliques, mejor. Y, al final, te lo explican todo.
De todas maneras, merece la pena su visionado y no dura demasiado.

                                       En toda peli de terror hay momentos WTF?

viernes, 1 de marzo de 2013

Leer con moderación

Viendo este blog en su conjunto es evidente que no hay línea editorial ni nada que se le parezca. En el caso de que quisiera definirlo es imposible porque no hay por donde cogerlo salvo por mi obsesión continua por el cine y la música y esa primera etapa más biográfica. Ahora no tengo muchas ganas de hablar de mí, de vosotros o de mis circunstancias. Ahora tengo ganas de reírme un poco y comentar películas. También estoy pensando en hacer algún monográfico de The Police o de Soundgarden o unas crónicas de mis años perdidos entre carátulas de VHS. No sé, simplemente por obligarme un poco.
Lo cierto es que sigo viendo películas, muchas, demasiadas:

-"The Watch" (aquí retitulada "Los amos del barrio"). Ben Stiller está sufriendo la típica bajada de popularidad que tiene la gente sobreexpuesta (otro cómico que la está sufriendo es Adam Sandler). Sus películas cada vez se ven menos y para cuando saque la anunciada "Zoolander 2" a lo mejor nadie quiere verla. Pero da lo mismo, espero que siga trabajando con presupuestos más modestos y ya está. Lo cierto es que se le está acabando el crédito y los discretos resultados o fracasos de "Tropic Thunder", "Un golpe de altura" o esta misma, no le darán para muchas alegrías. Y lo cierto es que a medida que mengua su popularidad creo que mejoran sus películas y cada vez me gusta más. Aquí se reúne con Vince Vaughn, Jonah Hill y el negro de "Los informáticos" (no voy a consultar su nombre), y están todos muy bien. Destaca también el que hace de policía local, pequeño pero estupendo papel. Y sale Billy Cudrup (actor que me cae como el culo) y está estupendo el hombre.
La historia mezcla diálogos groseros, una adolescente problemática (pero no tanto) y la típica inmadurez masculina con una invasión extraterrestre. Ahí tenemos la clave del fracaso: lo de las películas que mezclan géneros es un riesgo para la gente que va al cine porque no sabe encasillarla y prefiere otra cosa. Lo cierto es que la película es una excusa para el lucimiento de sus talentosos (o no) cómicos y así hay que disfrutarla (o no).

- Las casualidades y el destino, gran tema, sobre el que giran las dos siguientes películas y que, oh hados!, vimos la misma noche una detrás de otra, y las dos buenas, que ya es casualidad:

a) "Fate Is the Hunter" (aquí, el menos impactante "Los pasos del destino"), con mi admirado Glenn Ford. Éste hace de inspector de una compañía aérea que intenta salvar el honor de su más mejor amigo (un socarrón Rod Taylor). Ha habido un accidente donde ha muerto todo el pasaje menos una azafata (Suzanne Pleshette, que, para mí, siempre será la novia de Dean Jones en "Mi amigo el fantasma" y que coincidió con Rod Taylor nada menos que en "Los pájaros" de Hitchcock). Le quieren echar la culpa al piloto y Glenn se dedica toda la película a intentar demostrar lo contrario. A lo largo del metraje vemos la reconstrucción de la personalidad de Taylor a través de los recuerdos de los que lo conocieron. En principio me recordó al argumento de la recién estrenada "Flight" y sí, coinciden en esto de la acusación de borracho y tal pero aquí el pobre Taylor muere, todos los pasajeros mueren también y lo de borracho tiene explicación (genial como van dejando caer las pistas de su compleja personalidad).
Es una gran película, hay subtexto (la relación de amistad de Taylor y Ford roza el afecto homo) y habla del destino casi como uno de esos manuales de autoayuda tipo "El secreto" pero casi, más elegante. Todo está narrado de una manera muy clásica a lo "Ciudadano Kane" con los personajes hablando del muerto y recordándolo. En cuanto a Glenn Ford era una estrella (por cierto, según leí por ahí la menos rentable del Hollywood clásico) pero no tenía problemas en quedarse en segundo plano para que otros se lucieran: aquí Rod Taylor es el jefe de la función.

                                                                   Gran Glenn, gran Rod

b) "Un cuento chino". Simpática película donde Ricardo Darín (apodado en Argentina, "el ojitos") vuelve a demostrar lo gran actor que es. Y sólo por él y su retrato de huraño merece la pena esta pequeña película que no intenta superar su modesta propuesta y eso le honra. Parece que la han intentado comparar a "Amelie" pero yo no lo veo por ningún lado: narrativamente es mucho más clásica, la música no te ataca los sentidos y los detalles excéntricos están bien insertados. Y el final es lo que tiene que ser, que vale de pasarlo mal.

- La hornada de cine B o Z o zetoso (que me gusta esa definición) la he cubierto con dos clásicos del cine hoddodoso español (que no de horror): la mala pero muy divertida "Mil gritos tiene la noche" y la mala y aburrida "Descanse en piezas". De esta última, lo mejor que he leído es que el póster está muy chulo: y es verdad, y también que no tiene que ver en absoluto con la película (ni hay zombis demacrados ni se les espera). Así que la tomadura de pelo es mayúscula por cuanto es un coñazo sin sentido ni gracia.
                                                      Con esta portada había que alquilar esta peli...

La historia va de una chica americana que hereda de su tía recién fallecida que vive en Madrid (!). A ésta no la veía desde hace mucho y encima sus pocas referencias eran que había estado en un siquiátrico y había intentado asesinar a su hermana o así. Con estos antecedentes se planta en la capital (impagable el fotomontaje que se marcan para ahorrarse presupuesto) y asiste estupefacta en la oficina del abogado a la proyección de un vídeo de su tía diciéndole que le deja todo en herencia y a continuación se suicida ante la cámara. Luego, ella y su marido se pasan a inspeccionar sus posesiones que consisten en una urbanización de casas a las ajueras de Madrí. El lujo de la urbanización es discutible y los dos sirvientes que tiene la casa son un poco cutres y, desde luego, chungos de cuidao. Encima el dinero de la tía se supone que está escondido por ahí y en el resto de viviendas viven unos ocupas amigos de la tita que no pagan alquiler ni ná. En fin, si os parece poco el despropósito, lo mejor está por venir: se supone que la sobrina es llamada por la tía para algo pero nunca se aclara qué (en un momento pensé que iban a hacer magia o algo e iban a meter el alma de la tía en ella o yo que sé, pero NO!); luego los tipos, que resulta que están muertos (descubrimiento que parece ser un detalle sin importancia para la impávida pareja de jovenzuelos que sólo piensan en el vil metal), convencen al marido para que la chica se suicide del susto que le van a meter (!). En fin, un desastre de sopor y confusión.
La producción corre a cargo del mítico José Frade (más conocido como la actual pareja de Norma Duval) que parece que hizo dinero con este engañabobos. Ah, y si hablamos de cosas del destino en esta peli aparece Dorothy Malone una actriz del Hollywood clásico (aquí estaba ya setentona) que también salía en la anteriormente comentada "Fate Is the Hunter". Desde luego, en esto del visionado caótico de películas, meigas haberlas haylas.


La que sí es divertida (y mala de cojones) es "Mil gritos tiene la noche" (bautizada en inglés como "Pieces"), donde cuelan un internado madrileño como si fuera un campus americano. Pero no funciona y eso ya es divertido. Ya la primera escena anticipa toda la diversión sin cuento que encierra este delirio: vemos a un niño haciendo un puzzle pero no de Dora la exploradora sino de una stripper. Y tú te preguntas: ¿qué coño hace un crío con un puzzle de una tía en bolas en la Inglaterra de los años 40? (Oh, sí, la Inglaterra de posguerra). Lo alucinante viene después: la madre le pilla y, como odia al padre (no para de mencionar lo guarrete que era el jodío cabrón que se fue con alguna putita -sic-), le destroza el puzzle y, de paso, la habitación en un ataque de histeria cojonudo. El crío (al que ha mandado a por una escoba para arreglar lo que ella ha destrozado) vuelve con un hacha y la descuartiza. Pero, en un giro inesperado de los acontecimientos (de los que hay un huevo en esta película) convence a la policía de que ha sido un sicópata que luego se ha largado, ¡cómo no creerlo con esos ojillos!

                       Claro, les dijo a sus papis que quería un puzzle de un monumento...

                                       ¡Eso es caca! !Caaaacaaa!

Luego, la acción nos traslada a los USA cuarenta años después. Y, sin venir a cuento, aparece una chica con patinete que se va a dar una hostia contra un cristal que transportan unos obrerillos. En serio, te tienes que reír: a la chica no vemos qué le pasa ni vuelve a aparecer ni parece que le importe a nadie porque de todas maneras, ¿qué coño tiene que ver esto con la trama? La historia a partir de entonces parece llevar cierto orden (he dicho, parece) y todo consiste en que un asesino va matando a chicas del campus con diversos instrumentos punzantes-cortantes (básicamente, cuchillos y sierras mecánicas). Todo muy sangriento y con chicas en paños menores o desnudas directamente.

                    Más tetas en este nuestro blog, ¿crisis de la mediana edad?

La policía investiga, que es un decir, porque son torpes de cojones, con la inestimable ayuda de un estudiante al que marcan como el puto amo del campus dado que se folla a todo lo que pilla y luego no pide perdón ni nada. Así que de slasher pasa a una especie de obra clásica de Agatha Christie, con tormenta, rayos y truenos, incluidos. Impagable.
En este punto piensas que esto no puede ser más ridículo pero da unas cuantas vueltas de tuerca más a las siglas WTF: la aparición de un chino karateka en chándal (¿?); un interminable partido de tenis para NADA (¿?); y una escena final memorable a la altura de Casablanca, o así, y diría que mejor pues incluye un doloroso ataque al paquetins del puto amo (que ya no lo será más).
Un despropósito muy divertido y un clásico de culto allende los mares, que es que aquí nos gusta más reivindicar el vómito social y esas cosas. Dirige el entrañable Juan Piquer Simón, el que adornó mis pesadillas de pubertad con la sangrienta "Slugs, muerte viscosa".

PD: Voy a editar esto ya, pero seguiré porque mi cruzada personal por comentar mis visionados sigue firme y caprichosa. ¡Temedme!

jueves, 14 de febrero de 2013

Jessica Biel sale en (muy malas) películas

Mi política de atraer nuevos seguidores a este nuestro blog poniendo una foto de Jessica Biel saliendo en paños menores no está funcionando y la gente (dos o tres) siguen pajeándose mirando la foto de Halle Berry en bolicas (aunque creo que lo que pone es que está leyendo un libro, a pesar del riesgo de que el volumen le haga marcas en la barriguilla).
Pero, en un giro inesperado de los acontecimientos (que no es tal), anoche me quedé dormido por tercera vez viendo una película donde sale Jessica Biel ("sale" en el sentido literal, o "pasa por allí" que es lo mismo): el infame remake de "Desafío total" (un título que siempre me ha parecido ideal para un telefilme de sobremesa).
Todos supongo que habréis visto la pinícula original de Schwarzeneger y Verhoeven con esa tonadilla de Jerry Goldsmith que ha amenizado durante años las emisiones de fútbol de Canal+ (¡gran elección!). Pues esta es la versión sueca (la famosa "suecada" de la gran "Rebobine, por favor") de aquella pero en caro, muy caro. Asistimos estupefactos a un derroche inmoral de efectos y pirotecnia para la NADA más absoluta o, viéndolo desde el punto de vista festivo, la risión o la puta mierda.
Será que me he visto la original sienes de veses y la respeto como obra sórdida, violenta y cojonuda que es, pero es que esto es una birriosa versión calcada del original con todos los defectos atribuibles a un mal remake (ojo, que hay remakes estupendísimos). Todo aquí es una parodia inintencionada del original que se reía (y mucho) de su propia condición mastodóntica.
La lista de despropósitos es grande. Los actores basculan entre me río de esto -Colin Farrell-, me lo tomo muy en serio -la terrible Kate Beckinsale- o no puedo ni lo intento -la bella pero yastá Jessica Biel-. Desde luego, no la salva un diseño de producción acojonante sino que redunda en su mediocridad por cuanto desperdician ese trabajo tan bien hecho. El director Len Weisman no sabe dirigir actores y, como todo el mundo sabe, los directores de segunda unidad y especialistas hacen las escenas de acción así que cero patatero. Encima "marca" el estilo visual de la peli con un truco del que abusa ya el tontolahaba de JJ Abrams: los reflejos luminosos que cruzan toda la pantalla para dar tensión supongo, ¡y no paran de salir aunque no vengan a cuento!
En su debe favorable el comentado diseño de producción y la música que me gustó un montón. Vamos, que si se ve una película entera hay que encontrarle el punto positivo pero en algunas es complicado, por ejemplo, el recurrente "tiene una bonita fotografía" para las películas aburridas.

So long, amigüitos o visitantes ocasionales de las tetas de Halle Berry. La siguiente instantánea está dedicada a vosotros (desafortunadamente, no sale en el remake).

      Sin duda, la mejor foto que he puesto en este blog, ever

miércoles, 6 de febrero de 2013

Jessica Biel sale en películas

Como ya hace tiempo que no hay comentarios y tengo cierta necesidad de saber que alguien lee esto, he estado repasando las estadísticas que salen en el programa de gestión del blog. La cosa es que, como titular, puedes consultar las personas que entran en tu blog cada día, cuantas páginas se visitan, de qué país provienen,... Resulta que este blog se ha visto cientos de veces por gente anónima (vamos, que no conozco) sólo por una entrada: la de la foto de Halle Berry desnuda. Y la mayoría del tráfico proviene de los USA para ver la dichosa foto (supongo que no leerán la entrada, ¿pa' qué?). Así que podemos considerar una teoría probada: esto de internet está lleno de onanistas. Y quien esté libre de culpa que tire la primera piedra. ¡Ay, los clásicos!

                                     Arrastrando incautos a mi blog anónimo, arf, arf!

lunes, 4 de febrero de 2013

Avalancha

En mi cruzada personal por deleitaros con mis visionados recientes, ahí va una muestra.

"Ángeles y demonios". Una muy entretenida intriga, secuela de "El código Da Vinci", donde arreglan el principal problema que tenía la primera: el pelo de Tom Hanks.

                                                Error

                                               Acierto

"Los amos de Brooklyn". Se supone que es una película seria, que trata de temas profundos y tristes y deprimentes, pero la verdad es que está escrita y contada a brocha gorda (el director es el comentado Antoine Fuqua). La salvan, y mucho, sus actores, especialmente Richard Gere, que lidia con una historia mal escrita y sale airoso. Ethan Hawke está resultón, Don Cheadle no cuela y se agradece la aparición de Wesley Snipes, que es mucho mejor actor de lo que se cree (sobre todo, por cómo ha conducido su carrera y sus problemas con el fisco -¡En Estados Unidos se paga!-). Para entendernos es como "Crash": exhibicionista y panfletaria.

"El dinero es lo primero". Soy un fan de las buddy movies, esas películas de acción con toques de comedia en las que se unen dos tipos muy distintos que no se aguantan pero consiguen salvar al mundo o detener a algún maloso y, al final, se invitan a su casa, a su boda o a la comunión de la niña. Así que de esta película tienes lo que esperas: un negro histérico con los ojos muy abiertos (un inquietante Chris Tucker) y un blanco más contenido pero igual de cutre (un Charlie Sheen recién salido de algún programa de desintoxicación); a ambos los persigue un franchute muy malo y, entre medio, policías, diamantes, Charlie que se va a casar con Heather Locklear (!) y la novia del negro que está embarazada. Todo es tan de cartón piedra que no está mal. El director Brett Ratner repitió con Chris Tucker en feliz unión con Jackie Chan en la supersaga "Hora punta" (que no es mejor que ésta, por cierto).


                 ¿Gracioso o inquietante?

"La guerra de Charlie Wilson". Sorpresas te da la vida con ciertas películas y con esta me lo pasé pipa. Obviando la irritante presencia de Julia Roberts (a la que cuelan de "madura millonaria tejana" -¡despidan al director de cásting!-), Tom Hanks hace de senador frugal, simplón y encantador que se convence de que tiene una misión divina: financiar al pueblo de Afghanistán para que venza a los rusos y que éstos tengan su Vietnam particular. Esto sería más divertido si no fuera porque no es ficción: la realidad es que los USA se gastaron unos 2.000 millones de dólares en financiar la guerra de manera descarado-encubierta para luego abandonar a los afghanos y dejarlos a merced de los talibanes. Como dice el gran Philip Seymour Hoffman: "tras la guerra, Afghanistán se ha convertido en la Disneylandia de los fundamentalistas" (amén). Todo contado con ironía y mala hostia bien entendida por el veterano Mike Nichols (uno de esos tipos que todavía se atreven con un cine de Hollywood adulto) y escrito por el archifamoso Aaron Sorkin.

"Red de mentiras". Si olvidamos los tremendos vaivenes que tiene la película (la trama amorosa es una mierda), con un guión que es especialista en cortar el rollo de lo que interesa -¡la acsión!-, está entretenida. Di Capro actúa con todos sus tics (parece que no ha salido de "Infiltrados"), pero Russell Crowe está perfecto de burócrata cínico hijodeputa.

"The Deep Blue Sea". No sé si os habéis dado cuenta pero estoy huyendo como de la peste de las películas artísticas y artríticas. Aún así, uno es débil, las tiene a mano y termina consumiéndolas. La excusa de esta es que sale el tipo que hace de Loki en la nunca suficientemente comentada "Los Vengadores", Tom Hiddleston. Buena excusa porque tiene el papel más interesante de esta película que, a pesar de su escasa hora y media, se hace eterna.
Aquí se hace el típico retrato de la sociedad británica de clase alta donde todos son unos cínicos estirados que no disfrutan de la vida. En este contexto, la protagonista (Rachel Weisz, bien) está casada con un viejuno, que aparte de estar forrado y ser un aburrido no entendemos el atractivo que le pudiera encontrar. Se enamora de un vividor-follador-bebedor y se va a vivir con él a un cutre apartamento. Entonces va y se extraña del comportamiento del aviador: nunca está en casa, se pasa la vida en el bar, le gusta beber y reír no hablar de su amor y la trascendencia de la vida como la Weisz... se aburre y se larga a Río de Janeiro, ¡y no se la quiere llevar! Ella se intenta suicidar (una escena con la que comienza la película y dura unos veinte minutos!) y se queda mirando la ventana.
Las críticas, si tenéis el gusto de leerlas, son todas estupendas y ha ganado un puñado de premios por ahí, pero, para mí, la mejor película de Tom Hiddleston es "Los Vengadores".

                                   - Nuestro amor es tan profundo como el mar azul...
                                            - Mmmm... sí, ¿me la comes?

"San Valentín sangriento". Entretenidillo slasher de nueva ola (sangre digital y actores de TV) con 3D incluido, que está entre lo más gilipollas que he visto en mi vida, pero, por tanto, disfrutable con el piloto del cerebro en off. Por cierto, que el malo se ve a la legua y tengo por revisar la original.

Y esto ha sido todo por hoy, chicos.