lunes, 26 de enero de 2009

Sometimes


Desde luego, podéis montar sesiones de motivación invernal sin problema. Entre el frío, la crisis y los ingleses que tengo que soportar, este invierno está siendo "bonico".
Con el Caos al que aludía en la entrada anterior intentaba describir esa situación en que no piensas con claridad porque no tienes un entorno favorable. Cuando me levanto por las mañanas sé que todo lo que vaya a salir bien va a depender de mí. Hacía tiempo que no descargaba en mí todas mis responsabilidades e incluso las ajenas. Cierto es que esto es la mitad del día, en el trabajo, luego vuelvo a mi entorno protegido, mi coto personal, y se me pasa todo. Ah, y en este momento estoy allí, con vosotros, sabiendo que, cuando pasee por mi memoria, estaréis en un rincón del pasillo comentando, riendo,... Se dice que uno comprende lo que tiene cuando lo pierde, hace tiempo que, en mi caso, eso no se cumple. Dí gracias por cada uno de los días que pasé con vosotros y doy gracias por teneros aún. No quise más a mis niñas por tenerlas lejos, ahora las quiero más simplemente porque es el día siguiente. Eso sí, sé ya lo que me vais a decir, pero me da miedo pensar que llegará un momento que nos tratemos de usted y que sólo hablemos de lo que nos pasó, cuando me muero de ganas de que nos siga pasando. En mi mente estoy muchas veces haciendo tiempo para ir al Edén y enciendo mi primer cigarrillo en la barra mientras dejo que se enfríe la magra con tomate. Uno aparece recién duchado y no dice hola hasta que se bebe la última gota de su primer tercio; hay una con olor a postre casero y parece de por aquí; otra saluda sonriente con acompañamiento de poncho, guitarra y ñitos; esa chica no dice nada pero lo dice todo; uno no tiene pelos en la lengua y dice las cosas que los demás no nos atrevemos a reconocer; y qué me decís de la que no para de taconear; de vez en cuando, aparecen otros rostros, no parecen intrusos, sino amigos, pero no se sabe de quien; y, mientras, la carne sigue enfriándose y voy por la segunda.

Stif, no creo que falte a Wilco esta vez, pero, tú lo has dicho, ya me conoces. Creo que he encontrado la solución: entrada anticipada. Te devolveré la llamada, prometido.

PD: "Mirrorball" de Neil Young (con la inestimable ayuda de los miembros al completo de Pearl Jam) es un disco enorme (en todos los sentidos) por su capacidad evocadora. Grabado en directo con toda la banda tocando en una sola toma, tiene un sonido que expande el espacio donde se escucha. Es como si abriera puertas donde no las hay y esas puertas llevaran a llanuras inmensas o estados anímicos que van de la rudeza de algunas canciones, a la nostalgia o el sentimentalismo.

miércoles, 21 de enero de 2009

Acepto el Caos, pero no sé si el Caos me acepta a mí


Llego de nuevo a ustedes vacío de ideas pero con ganas de comunicarme. Este enero está siendo un poco pobre en cuanto a mis aportaciones (insisto en que podéis hacerlas vosotros todos los días y a todas horas). Os voy a explicar un poco la situación: de repente me encuentro eufórico, listo para escribir algo y descargar mi rabia, y... pues eso, que se me pasa. Además estoy en plena confusión mental con sentimientos cruzados, ideas que no parecen tener sentido salvo para mí mismo. Un ejemplo: la dicotomía entre realidad/ficción. Me da por pensar que vivo en dos mundos: el que me creo y el que es. Es como ver una pantalla partida en dos, en la que la de la izquierda está en color y la de la derecha en blanco y negro. El otro día llamo a confident, también hablo con azul, antes de llamarlos había pensado qué les iba a contar, en realidad había tenido ya esa conversación con ellos, la había, incluso, disfrutado. Pero es descolgar confident y me quedé sin saber qué decir. También me pasó ayer. Así que si fuera una película podría hacer un montaje con la pantalla partida: a la izquierda saldría yo hablando animadamente, pleno de entusiasmo; a la derecha, mis "¿qué tal?", "pues, bien", "ya, ya". Es que incluso me hablabáis y no entendía la mitad de las cosas, como si os hubierais equivocado de línea de guión.

Y hay otra cosa: esta entrada me la he arrancado de no sé dónde porque quiero que respondáis. Así que...

PD: Hoy no hay posdata. ¡Vaya, ya la he puesto! Pues entonces una portada: "Sky blue sky" de Wilco, que es bonita y el disco mejor.

jueves, 15 de enero de 2009

Los años 80 (II)


Madre mía, menuda caja de pandora que hemos abierto. "Mascarada": me encantaba esa serie (creo recordar que la echaban los domingos por la noche o así). Me acuerdo que solía empezar con una reunión donde explicaban la misión, tenía un punto sofisticado y, por supuesto, eran espías improbables pero glamurosos. "V" y la Teleindiscreta con sus pegatinas: otra referencia vital, me acuerdo que los tacos del quiosco se agotaban en cuestión de minutos. Y "Footloose", azul, ya te la estoy grabando para que rememores a Kevin Bacon y sus saltitos. (Ah, y el programa de música se llamaba "Número 1", creo, y lo echaban los sábados por la tarde antes o después de la serie: "El equipo A", "V", MacGyver") ¿Y alguien se acuerda de la expectación que provocaban las series del mediodía durante las vacaciones? Era el momento de ver la tele cuando no podías porque durante el curso había clase: "El gran héroe americano", "El halcón callejero", "Starman", "Los cuentos del mono de oro" (un divertidísimo remedo de Indiana Jones), "Verano azul", "Galáctica", "El coche fantástico"... Pura magia con bocadillos de Nocilla de una barra entera.
Me encantan vuestros comentarios, los he disfrutado, de verdad. Veo también que estáis muy reflexivos, mi estado es más de calma chicha. O de alienación, ya os digo que me paso las tardes viendo películas.

Otra vez me toca marchar, seguid así.

PD: Una foto, más que una portada, y curiosa no por lo bonita sino porque aparece Eddie Vedder, el cantante de Pearl Jam, y un conocido cineasta español. No puedo evitar pensar que queda un poco cutre. No sé qué opináis. Saludos.

lunes, 12 de enero de 2009

Los años 80 (I)

En primer lugar, os insto para que publiquéis lo que os dé la gana. Es decir, si se os pasa algo por la cabeza y queréis que aparezca en portada, por favor, llamadme, os doy las claves y os explayáis. Lo digo porque me da lástima consultar el blog y ver que no hay entradas nuevas. A veces no tengo tiempo, a veces no tengo ganas, a veces no tengo nada que contar.

En segundo lugar, quería responder a lo de azul con los teléfonos. Yo no pido nunca los teléfonos y con eso de "te lo dejo con un toque" siempre se me olvida guardarlo. También es cierto que a mí no me lo suelen pedir, pero en el caso de azul no me extraña que se lo pidan.
Con esto de los móviles he recordado una canción premonitoria de The Police escrita allá por el 78, en su "Regatta de Blanc", llamada "Contact". Con una voz fría y parsimoniosa (heredera del HAL de Kubrick) Sting proclamaba que estaba conectado con el mundo exterior a través de la tecnología. Era los comienzos de la fascinación por la tecnología y las nuevas comunicaciones. Lo interesante de la canción era el mal rollo y la frialdad con la que relataba su "alegría digital".

En tercer lugar, os acordáis que esta Navidad visité mi fábrica de chocolate particular en forma de destartalado videoclub. Allí me sentí como si fuera el último hombre sobre la tierra y ruviera la posibilidad de saquear cualquier comercio. La mayoría de las películas que rescaté pertenecen a la gran década de los 80. Y estoy en plena inmersión nostálgica: para mí fue una década muy, muy ingenua donde los rusos eran los malos y los americanos los buenos, las chicas "apañás" lucían pelo cardado, hombreras y vestidos con brillos, los chicos con tupé y chaqueta vaquera se las llevaban de calle y los colores fosforitos molaban(¿os acordáis del "toi" y esos bermudas amarillos nucleares?), en la música, todo estaba saturado de sintetizadores (esas horribles recopilaciones de música de sintetizador con Jean Michel Jarre como dios) y baterías eléctricas. Y, en esa época, estaba totalmente hipnotizado con las películas juveniles americanas, esas comedias de instituto con la chica y el chico más popular, el equipo de fútbol, los "nerds", los inadaptados y ¡los coches!. Porque, chicos, esa gente podía conducir a los 16 años o así e iban al instituto en carro !!! Claro, yo cruzaba la puerta de mi casa y veía aparcado el destartalado y oxidado R7 de mi padre (un coche que se calaba cuando hacía frío, cuya radio había muerto antes de que Michael jackson cantara eso de "I'm bad", carecía de aire acondicionado y cuyas puertas traseras no podías abrir desde fuera) y no había comparación. Para mí no eran películas con las que me sintiera identificado sino películas que idealizaban una etapa, al igual que las películas de príncipes y dragones idealizan las relaciones de pareja con su amor gentil y su "domina".

PD: Luego continúo, que empieza el espectáculo...

jueves, 8 de enero de 2009

Hace más frío que en agosto

Me encuentro dispuesto a romper el hielo. Nuevo año, nueva entrada, viejas formas. En principio no tenía mucho que añadir, pero ayer tuve un encuentro interesante y me dispongo a relatarlo.
Estoy de rebajas y me encuentro en una tienda de ropa con J.T. Hasta ahí lo normal: es de la zona, no había clase hasta el día siguiente, era su estilo de tienda. Pero he aquí que me ofrece una sonrisa abierta y me muestra una importante hemorragia que le cubría parte de los dientes, de tal manera que cada vez que cerraba la boca y la volvía abrir manaba como una cañería rota. Por supuesto, sabéis que se me pasó por la cabeza decírselo (soy un declarado y ferviente defensor de decirle a la gente si se le ha quedado un trozo de tomate en los dientes, que sus comisuras supuran chocolate o que sus labios han formado un hilo de baba), pero todo sucedió deprisa (tanto como pude) y me presentó a la novia, que estaba a su vera, pero no a su hermano (creo que era su hermano, pues parecía una versión orco de él), desconozco la misteriosa arquitectura de sus relaciones sociales. Mientras me hablaba de algo sin importancia, me fijé en que los tres compartían otra confidencia: tenían el pelo graso y repeinado. No voy a discutir si era por falta de lavado o por la espuma barata, el hecho es que era un cuadro familiar muy conmovedor. Aparte de mandarme ya muy lejos y recordarme que él está "aspaico" porque le cambien de destino, me recordó el encuentro que tuvo con confident este verano y casi estoy a punto de reírme al recordar la descripción que me hicieron del evento.
Creo que no tengo más que añadir y perdonad si me dejo llevar por el sarcasmo, es que no puedo evitarlo.

PD: Es temprano para la portada, me parece que debería mejor palpar las ganas que tenéis por continuar esto. Ah, el otro día no pude ni salir a la calle: estaba delirando en arameo. Me estoy haciendo mayor para ciertos excesos. Miss you.