jueves, 28 de mayo de 2009

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡QUÉ CONCIERTO!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

lunes, 25 de mayo de 2009

Leo que no hay respuesta del aludido/a. Así que aclarado el asunto del nombre de pila de Murakami, podemos pasar a una campaña de acoso y derribo a la interfecta/o. A modo de introducción, transcribo (corto y pego, vamos) un e-mail que he recibido por parte del señor Murakami, curiosamente en un finlandés perfecto (resulta que Murakami no es japonés de origen sino finlandés, pariente próximo de Kaurismaki -de hecho, si mezcláis las letras nos sale Murakami, palabra de ocho letras que significa "pescado crudo" en jerga de Helsinki, aunque todo el mundo sabe que Aki es de Ottimalia-; este hecho me ha provocado más de un dolor de cabeza y la creencia en el destino como base racional de la existencia humana, si no, no entiendo nada de nada). Al haber podido disfrutar de las películas del señor Aki (no confundir con la conocida cadena de productos de bricolaje) en VOSE (que todo el mundo sabe que es brasileño, como la bossa nova y Ayrton Senna, "vose la vida passáaa,....") he podido traducirlo y ofrecerlo a mi distinguida audiencia:
" Estimado San Manolo (o Manolo San), leo con pegplejidad teutona que me dedica más atención de la conveniente en su blog a mi pegsona. Esto, en pgincipio no me molesta, lo que me iggita sobgemanega es que escgiba sobge mí sin habeg leído una línea de mi obga y, encima, se dedique a ateggag y pgesionag a mis lectoges más acéggimos. Sayonaga, cabgón".
Bgeve, pegdón,... perdón, breve pero conciso, este chinito no se anda con chiquitas. Pero no me aggedgo, es decir, no me arredro y continúo intentando que ese lector/a, que no parece haberse dado por aludido/a y/o/u no se pasa ya por aquí, escriba unas líneas sobre uno de los héroes litararios de nuestro tiempo. He dicho.

PD: ¡Nos vemos pronto!

martes, 19 de mayo de 2009

"ES QUE YO LEO MUCHO"

Me ha dicho un pajarito que una persona (que mantendremos en el anonimato, entre sombras con un trozo de cartón negro en los ojos y la voz distorsionada)((Excurso: Por cierto, cuando aparece de tal guisa alguien en la tele, ¿no os parece que si alguien lo conoce de verdad lo reconocería? Sería interesante hacer la prueba))... bueno, por dónde iba... ¡ah, sí! Una persona que prefiere mantenerse en el anonimato parece lectora habitual del citado Murakami (al que pienso nombrar miembro honorífico u/o mascota con bigote ya que será de los pocos personajes que repiten mención en este blog). Dicho lo cual: primero, insto a que esa persona se manifieste a través de una falsa identidad con algún comentario sobre el acusado, el señor Murakami (Mu o Mura o Kami -como los helados- entre sus amigos); segundo, que recomiende su obra preferida o, en el que caso de que no pueda decidirse entre papá o mamá, la que tenga la edición más barata, que no estamos para gastar en libelos; tercero, si la anónima (o anónimo, que ya doy pistas) no se siente aludida (o aludido), pienso montar una campaña con menciones continuas en este espacio a su reprobable conducta o encadenarme a un poste desnudo con un megáfono gritando "Murakami" y "¿alguien puede decirme cuál es el nombre de pila de Murakami?" sin que ninguna de las dos opciones me obligue a practicar el nudismo; cuarto, estas acciones (o ninguna de ellas u otras se nos ocurran) se ejecutarán a partir del día siguiente de la publicación de esta entrada de acuerdo con el RD 2345/37 del día 32 del 1302, año juliano (atiende: Julia, ¡nooooo! / El Juli's ano = el ojete del Juli).
Y sin tiempo para más tonterías, me despido atentamente.

PD: Se me olvidaba que había puesto título a la entrada. Esto no iba por lo anterior pero se me ha ido el santo al cielo. El título va dedicado a esos entrañables sujetos que, para demostrar su superioridad moral, social e intelectual, pregonan a los cuatro vientos: "es que yo leo mucho". A lo que podíamos añadir una expresión propia del acervo motrileño: "¿áaveh?".(Me doy cuenta que es inútil transcribirla pero al menos lo intento, a ver si tú lo harías mejor, sí, tú, no, tú, el de detrás, el de la cara higo, oyeeee,... ). En fin, yastá.

jueves, 14 de mayo de 2009

Parece que he vuelto, ahora tengo tiempo para parar y escribir unas líneas. Sin una idea más firme que ponerme a la tarea vuelvo a encontraros. Desde luego que los comentarios ayudan porque creía que nadie echaba cuentas de esto. El hecho de que Confident hiciera una llamada desesperada al encuentro, ha sido como el grito de la selva que me ha llevado a volver a la vida pública. Es que cuesta relacionarse cuando has perdido la práctica, como todo (Excurso: seguramente me caería de una bicicleta si volviera a coger una después de ¿más de una década? sin subirme a esos aparatos de tortura. Estoy esperando a que esa cosita que me encuentro cada día en casa tenga las piernas lo suficientemente largas para volver a probar e irme por senderos inhóspitos a rasparme las rodillas con hortigas y chumberas con una sonrisa en un rictus entre alegre y aterrado.)
Me he dado cuenta que cada etapa de este blog ha tenido su reflejo: al principio ponía títulos; luego títulos y portada de disco -comentado-; ahora, hago un "back to the basic" no pongo título y a ver de qué va. Así que me decido a recomendar un cómic cada entrada que haga. Ya lo he hecho en alguna ocasión (recuerdo "Calvin y Hobbes" y algunas recomendaciones para Stif) pero esta vez amenazo con hacerlo regular.
Para empezar, uno de los míos, de superhéroes: "El regreso del Señor de la Noche" de Frank Miller. Este cómic es tan terriblemente familiar para los que seguimos los cómics que es como recomendar "Ciudadano Kane", "Achtung Baby" o "Cien años de soledad": una de esas obras capitales que te enganchan irremediablemente. Lo más interesante es que es un thriller de superhéroes perfecto y se disfruta aún más pues juega con esos estereotipos y los convierte en adultos. Ésa es la gran virtud que tuvieron esos cómics de principios de los 80 que pusieron patas arriba al género de humanoides con leotardos multicolores (más que su tono más oscuro): en hacer mortales y defectuosos a unos tipos que siempre nos han parecido imposibles y perfectos. Un Batman con unos cuantos años de edad al que le rompen las muelas; un Supermán pijo y antipático, amigo del poder. ¡Excelsior!

PD: (Esta entrada la tenía escrita la semana pasada así que amenazo con alguna otra).

martes, 12 de mayo de 2009

Sí, lo de Antonio Vega se veía venir, pero creo que por eso impacta más. Un personaje con el que siempre lo he emparejado es con el cantante de los Alice In Chains (gran grupo de Seattle de la época de las camisas de leñador y el pelo graso, ¡qué tiempos!), Layne Staley. Ambos compartían ese estilo de vida que William Burroughs definió como "el almuerzo desnudo" (un libro inclasificable y absorbente): el del adicto. Supongo que empezaron pensando que es lo que debían hacer siendo músicos y bohemios. Pero en realidad no se daban cuenta que les sesgaba la vida. No creo que su adicción les diera un plus de creatividad, ni que maravillas como "El sitio de mi recreo" o "Se dejaba llevar por ti" (canciones con múltiples interpretaciones, no sólo la tóxica) fueran compuestas entre cuelgues. En el caso de Staley, su disco más recomendable, "Dirt" (unido a otra joya como "Jar of Flies"), es un catálogo de los horrores de la adicción y otros fantasmas: más una llamada de atención, de socorro, que una exaltación. Una obra que sólo se puede componer desde la serenidad del adicto que quiere salir de su jaula ("Down in a hole" es una descarnada "opus" en el que se convierte en su condena y en su salvación al mismo tiempo). Otra macabra coincidencia entre los dos es que perdieron a sus respectivos amores (también adictas) y no tardaron mucho más en acompañarles. Staley murió a los 34 de sobredosis en un apartamento de un edificio de viviendas sociales a pesar de ser multimillonario y tener a su disposición una limusina en su puerta. Antonio Vega ha fallecido en un hospital sin creérselo porque, en realidad, él ya estaba en otra parte hacía tiempo. Curiosamente, su siguiente concierto iba a ser en Almería. No voy a convertirme ahora en fanático de Antonio Vega, me gusta alguna de sus canciones y, pena, dado sus estados de ánimo, su producción es corta e irregular, pero me fascinaba ese halo de maldito que tan poco se da en la cultura pop española más dada a los jóvenes añejos.

Confident, el "pero... " ese de la historia del carnicero acaba de un modo más bien prosaico (por eso lo puse). Después de su amable invitación y enseñarme su sala insonorizada y su título de cinturón rojo bermellón de kárate, no es que lo rehuyera pero he espaciado las visitas a la carnicería inconscientemente (juro que no ha sido premeditado). Y, como no había donde rascar, es una relación que se va a ir diluyendo cual agua en un charco.

(Excurso: no sé si es una sensación mía pero me da la impresión que en esta crisis cualquiera que pilla a un funcionario lo utiliza para desahogarse de sus frustaciones y, ya de paso, le insinúa lo caradura que es por tener el trabajo que tiene. Yo no tengo la culpa de la cifra de parados, ni de las ventajas del trabajo público sobre el privado, tampoco tengo la culpa de que haya gente que prefiriera no estudiar y elegir otros trabajos. Durante la época de bonanza he escuchado a alumnos y no alumnos que se reían de mi sueldo y mi coche, no me importaba porque siempre he considerado que me pagan muy bien por lo que hago. Por expresarme en términos políticamente correctos: espero que a todo el mundo le vaya bien y que pueda contribuir a ello, pero no puedo pagar por los errores de los demás. Ejemplo: en mi opinión, un peón de albañil no puede comprarse un Mercedes y luego quejarse de que no puede pagar la hipoteca. No quiero pecar de demagogia y lo siento, pero los cuñados conservadores cantamañanas me ponen así.)

Otra cosa, tengo que leer al Murakami pero se me acumula el trabajo así que pediría a Stif que siguiera adelantando esas perlas del fondo del libro. Yo estoy con la autobiografía de Eduardo Arroyo, un tipo descreído y cínico con la ternura suficiente para hablar bien y mal de todos los demás y darse un buen repaso a él mismo (es increíble cómo analiza en uno de sus capítulos la sobreexplotación de Lorca y todo lo que le rodea por parte de la familia del difunto).

PD: ¡Ya está bien! Achuches a todos.

lunes, 11 de mayo de 2009

Vengo blanco, de ideas y de piel porque aún no he pasado por la playa. A ver de qué voy hoy: no logro integrarme en esta zona. He intentado hacer migas con los padres del parque (agua), tengo buena relación con los miembros de este mi centro actual (tener buena relación = muermo), la (poca) familia que tengo cerca me repele (es mutuo: la típica familia que te dice que te pases más por su casa, haciéndote sentir culpable, cuando ellos no hacen el esfuerzo ni de llamarte), tengo unos carniceros (literal) enfrente de mi casa que vigilan mis movimientos (incluso el carnicero macho me invitó a su casa, fue muy amable, pero... ). Siento como restos de mi ser aún yacen en la costa de Almería. En estos tiempos en los que mis raíces se tambalean, moribundas (ya no hago ningún esfuerzo para hacerlas reverdecer: no las riego, ni las mimo, ni les pongo música -coral, por supuesto-, ni nada(n)), me agarro a lo que tengo más fresco: las "verdes praderas" y los pantanos mosquiteros. No es que eche de menos las cucarachas, sino los detalles, los subterfugios, esas escapadas de la normalidad que tenía allí (a veces a pares). Por lo que tengo entendido puedo vivir de las ondas expansivas de tres años tóxicos (para bien) hasta los 50: ahí tendré que volver a buscaros. ¿Os hace una reunión de ex- dentro de dos décadas? Unos pondrán el vino, otros las cervezas, otra puede hacer el postre, una más el marisco, si se tercia un puchero, jugamos un pádel, preparo unas tostadas de jamón con tumaca y unas pizzas requemadas y frías, y nos reímos de la calvicie entre reflexiones seudofilosóficas. A mí me hace, o "ace" que es bilingüe y se entiende.

PD: No se me ocurre nada.

miércoles, 6 de mayo de 2009

Hoy voy a hablaros con sinceridad descarnada porque es como me siento. Soy un fraude: admito que he engañado, he robado y me he portado mal con personas que no se lo merecían. Tiendo a ser cruel en ocasiones pero intento que no se me note. A veces soy egoísta, a veces me entrego. Soy una persona. Entiendo que no puedo ser coherente todo el tiempo y espero encontrar a alguien que lo sea. Aunque pueda admitir de una persona que es íntegra, que es buena no puedo evitar pensar en qué se equivoca: y lo hace. En esto nadie se salva, al menos entre las personas que conozco. No sólo me incluyo, soy el peor. Admito, sin rubor, que soy peor que las personas a las que considero peores y estoy a años luz de las mejores. Cada vez soy más incapaz de juzgar, pero odio y desprecio actitudes, personas, ideas. En cambio en cuestiones más frívolas soy más tolerante. Ya no considero a Alejandro Sanz una de las plagas bíblicas, ni me cago encima de Javier Sardá. Unos ejemplos tan mediocres no merecen el respeto de un buen insulto. Divago, tropiezo, a veces acierto. Esto me hace sentir vivo. Hace poco vi un documental de Kurt Cobain, trataba sobre sus últimos días. Lo comento desde la desmitificación de un personaje que no salvó ni iba salvar al mundo: sólo era un compositor con talento. En el reportaje comentaban que, aunque tenía una mansión en la zona más exclusiva de Seattle, prefería pasar horas y días enteros en mugrosos moteles de la zona más oscura de la ciudad. Era lo que llamaban un "entorno controlado" para él. Lo entiendo. No debería publicar esto, pero lo hago.
No sé si va al hilo de esto, pero ayer presencié la escenificación vasca del cambio de gobierno y eché en falta que alguien le dijera a Ibarretxe la escoria de ser humano que proyecta. Como decía Sting en una canción "seguro que también quiere a sus hijos". El problema vasco siempre ha estado presente en mi vida y pensamientos ,aunque no puedo decir que lo sufra, y me emocioné con el discurso de López y Basagoiti. Independientemente de lo mal o bien que caigan estos personajes, hacen política en un ambiente podrido y tiene mérito. Son mejores.

PD: No me hagáis caso, por favor.

lunes, 4 de mayo de 2009

A veces me da por preguntarme, ¿qué hice durante los 80? Atención: Todo en un día, Escuela de genios,Los matasanos, 16 velas, La chica de rosa, Jóvenes ocultos, Código de silencio, El secreto de la pirámide, Los goonies, La mujer explosiva, Comando, Ejecutor, El guerrero americano, Calles de fuego, El experimento Filadelfia, Te veo o no te veo, Mi cerebro es electrónico, Los Robinsones de los mares del sur (¡montando una mansión en una isla perdida con unas palmeras y unos cocos!), Ghoulies (y la 2), Critters (y la 2 y la 3), Pesadilla en Elm Street, Amiga mortal, Link, Atracción diabólica, Un loco suelto en Hollywood, Por favor, maten a mi mujer, Viceversa, De tal palo, tal astilla, Los chicos del maíz, Las aventuras de Enrique y Ana, Buenas noches, señor monstruo, Tú a Boston y yo a California, El maravilloso mundo de los juguetes, Trueno azul, Starman, El último Starfighter, Karate Kid, Kickboxer, Doble impacto, El sargento de hierro, Marine, entrenado para matar (¡¡¡¡Michael Paré!!!), Retroceder nunca, rendirse ganar, La bestia de la guerra, Rambo, Rocky IV, Yo, el halcón, No puedes comprar mi amor, Aventuras en la gran ciudad, Papá Cadillac, Pánico a las tres, Loca academia de policía, Los albóndigas (y en remojo), Porky´s, Despedida de soltero, Big, Howard el pato, La aventura de los Ewoks (¡malditos peluches del espacio!), Exploradores, Gremlins, La pandilla basura, Una pandilla alucinante, El terror llama a tu puerta, El terror no tiene forma, ¡El héroe y el terror! (con un decadente Chuck Norris), Invasión USA, El vengador tóxico, Posesión infernal, Los hijos del Capitán Grant, Aquella casa al lado del cementerio, Spiderman, el hombre araña (la de los 70), Masters del Universo, El señor de las bestias, Los bárbaros, Ator el poderoso, Cazador del espacio, aventuras en la zona prohibida (¡delirante! y recuperable), Los siete magníficos del espacio, Lambada, el baile prohibido... Si no habéis visto la mayoría de estas joyas es que habéis tenido infancia y adolescencia. Por mi parte, no sé de dónde sacaba tiempo para comer, leer, escuchar música, estudiar y dormir. Va a ser que el tiempo es relativo.

PD: Amenazo con seguir con el listado. ¡Y con algunas he repetido! ¡Varias veces!