martes, 18 de mayo de 2010

Recuerdos Vol. 1

Me pidió confident/stif (uno de ellos) que hiciera la lista de las canciones que te han marcado cada cinco años desde que tienes uso de razón. Soy incapaz de recordar las fechas, de pequeño no tenía conciencia de los años aunque sí una obsesión con el año 2000 (aún estoy esperando los coches voladores y los viajes espaciales). Si me remonto a mi más tierna e inocente infancia recuerdo que, cuando todavía babeaba, me encantaba "Rama-lama-din-don". Mis padres tenían el single en vinilo, me acuerdo de la portada con unos tipos vestidos como rockers de los 50 (luego me enteré que no eran de los 50, sino de esos 80), recuerdo el rojo de la portada. El grupo se llamaba Rocky Sharpe o algo así (no pienso buscarlo, me quedo con el recuerdo). Ya sabéis el ritual del vinilo y, en el caso de los singles era más trabajoso, pues se acababa enseguida, pero ponía la aguja una y otra vez escuchando la dichosa canción. Creo que no puse nunca la cara B, no tengo recuerdo alguno de la "otra". Mi tocadiscos (me encanta esa palabra) era un primitivo vinilo portátil, una especie de maletita (ahora mi niña tiene una cocinita muy parecida) que, cuando abrías, tenía los altavoces en la tapadera y la parte inferior el plato. Funcionaba con enchufe y a pilas gordas (a mí me parecían inmensas). Tenía un color crema realmente "vintage". Creo que aún circula por algún rincón de mi casa pues mis padres han sido de los de no tirar nada.
Luego vinieron los discos de Parchís, Regaliz, Enrique y Ana (en uno cantaban con Topo Gigio, un muppet italiano tierno-tierno, hablaba con el mismo acento que Raffaella Carrá), Vickie el Vikingo, Carlitos, los Pitufos (los clásicos no los maquineros) y los imprescindibles audio-cuentos de Disney y otros cuentos clásicos (pavor me daba el de la bella durmiente).
En fin, que ya no tengo tiempo para más seguiré con el repaso nostálgico-lustral cuando pueda.

PD: A ver si voy a ir por allí y no os pillo...

lunes, 10 de mayo de 2010

Hace tanto tiempo que no me pasaba... Os podéis creer que no había leído los comentarios. Creía que iba a tener una continuidad, pero me abruma la responsabilidad. A veces creo que sólo debería poner cosas relevantes. Pero lo concerniente a este rincón, la misma idea de tenerlo de vez en cuando, para mí es relevante. Hay un montón de detalles que todavía me llevan a vosotros. En ocasiones es continuo, otras más disperso. Un detalle: soy coordinador de un grupo de trabajo aquí y no puedo parar de sonreír pensando en lo que me diríais de mi desastrosa actuación. A saber: nos hemos reunido dos veces (de ¡ocho!), he cortado y pegado de mala manera el trabajo final, he redactado las actas en serie escribiendo con el mismo boli y el mismo tipo de letra -ya sabéis, como de médico con temblores- (¡a ver si me dicen algo!),... Debería haberlo entregado hoy, pero: ¡se me ha olvidado llevarme el archivo al instituto! Y, por supuesto, no voy a gastarme el dinero en una copistería para imprimir ese bodrio. No, no es orgullo de ser un cutre, es que si no me lo digo yo, ¿quién coño se va a reír de mí? ¿quién me va a devolver la mirada cómplice? ¿con quién voy a estar mejor que con vosotros? Esperad, que lo mejor es que uno de los componentes del grupo no para de preguntarme que si lo he terminado, que cuando lo voy a entregar,... Es que me lo pregunta todos los días antes siquiera de darme los buenos días. Y, mañana, os lo juro, le voy a mentir: hijo, fui ayer al Centro de Profesores y no había nadie, así que iré el miércoles. A lo que me responderá: ¡Qué cabrones! Bueno, pero mantenme informado. Sí, hijo, sí.
Total, que todo esto me hace recordar los GTs, el agobio de algunos, y la pachorra de otros, el día que estaba junto a azul y me hice un correo electrónico en su honor (por cierto, que había una maestrica que tenía uno que rezaba "chocholoco@hotmail.com" o algo así), o el primero en el que estuvimos que coordinaba ese romántico de las noches de San Juan.
¡Que viva la nostalgia, las mujeres, el vino, los Ferraris, la Coca-cola, el limbo-rock, los hombres sin depilar, el alcohol destilado y mezclado, las noches en vela, los indios, los ponchos, los besos robados, las raciones "de lata", confident, azul y los otros que como nunca escriben no me acuerdo de sus nicks,...!

PD: Por favor, confident, intenta organizar un encuentro de comentarios por aquí y me entero de qué pie cojeáis o si le importo a alguien un pimiento que estoy un poco blue, un poco green y un tanto grey. Como dirían los Little Einstein... ¡Qué tontería! Y para compensar...

Una vez hubo truchas en los arroyos de las montañas. Podías verlas en la corriente ambarina allí donde los bordes blancos de sus aletas se agitaban suavemente en el agua. Olían a musgo en las manos. Se retorcían, bruñidas y musculosas. En sus lomos había dibujos vermiformes que eran mapas del mundo en su devenir. Mapas y laberintos. De una cosa que no tenía vuelta atrás. Ni posibilidad de arreglo. En las profundas cañadas donde vivían todo era más viejo que el hombre y murmuraba misterio.