lunes, 26 de marzo de 2012

El poder de las palabras


Como parece que nadie ve esto, puedo quitarme los pantalones, quedarme en gallumbos y gritar: ¡NABO!

martes, 20 de marzo de 2012

Katapoom chinpún!


Vamos, que como m'a disho el blog éste que estoy aún en 2011, me marco otra entrada pa'l 2012. Y es que vengo cavilando estos días sobre unas pinículas que han coincidido en el (poco) espacio-tiempo del que dispongo para esos menesteres. A saber: "En el valle de Elah" y "En tierra hostil" (horrible traducción del original "The Hurt Locker", y van... ). Que resulta que las tres tienen como contexto la guerra de Irak (la de Bush Jr.) y no pocos puntos en común.
"En el valle de Elah" contiene los mismos defectos y posibles virtudes de la anterior película de Paul Haggis, "Crash": un sentimentalismo forzado y un didactismo pedestre (vamos, que las escenas se alargan pa' que llores y la moraleja te la cuentan a viva voz). Curioso que sean virtudes reconocidas (y criticadas) al cine americano frente a los acercamientos más duros y realistas del europeo, cuando las mejores muestras del cine americano clásico sean todo lo contrario: sugerentes y secas (claro que este cine lo hacían en su gran mayoría europeos emigrados a Hollywood). Así que la manera en que se ha ninguneado a "Elah" cuando a "Crash" le llovieron los premios me hace pensar que a los americanos les escuece tratar sobre la guerra de Irak y prefieren obviarlo. Así que ni la una ni la otra me parecen grandes películas pero al menos tratan temas adultos para un público americano de la manera más comercial y accesible. Y eso merece un aplausito.
"En tierra hostil" es una película mucho más visceral, como todas las de Bigelow. No hay mucha coherencia dramática (los personajes se presentan a trompicones) pero sí una serie de "set pieces" (lo que se viene a llamar de una manera güai, escenas) montadas con tensión, pasión y talento. No la vi en su tiempo aunque me alegré sobre manera que la directora de "Le llaman Bodhi" (una de las películas descerebradas más geniales de la historia) se llevara el Óscar a la dirección y a su película. Pero no entiendo cómo lo consiguió con un filme que es más de acción que de otra cosa y cuyo personaje principal es un suicida a la altura del teniente Riggs de "Arma Letal". Creo que los que la votaron no la vieron y tuvieron miedo de darle su voto a la que sí era la mejor película del año: "Up" (que ya la ganó en dibus). Y aparte tiene el dudoso honor de ser la película ganadora del Óscar menos taquillera de la historia (¡dato!).

Así que, tras este pequeño empacho de Irak según the american way he hecho un repaso mental a las películas de Irak que he visto estos años (¡toma dos tazas!) y, ¡no, por favor!, lo voy a exponer aquí en este vuestro blog:
-"Redacted" de Brian De Palma. De Palma es De Palma y De Palma es dios desde el momento que parió "El precio del poder", "Doble cuerpo", "Femme fatale", "Impacto", "Los intocables", "Atrapado por su pasado", "Vestida para matar" y otras joyas del desfase. Uno de esos autores que nunca sabes cómo convence a alguien para que le dé la pasta. Y ésta no es ninguna excepción: el argumento (un caso de tortura y asesinato a manos de soldados estadounidenses) es una excusa para un experimento visual con múltiples formatos de montaje nervioso y atolondrado. Ah, y también una descarnada denuncia a los abusos de la guerra (imposible no recordar esa valiente y repudiada "Corazones de hierro" sobre otro caso real de violación y asesinato en Vietnam). Resultado: semi-estrenada en los USA de tapadillo por la fuerte presión que se ejerció sobre ella (fue criticada por medios de la derechona yanqui más rancia) y ¡premiada en Berlín! (¡Olé por Europa!).
-"Tres reyes", de David O. Russell. Ésta es muy divertida y la supuesta denuncia es muy suave. En realidad como iba de la primera guerra de Irak daba igual y montan una especie de mezcla entre "Los tres padrinos" y "Los siete magníficos" con una panda de cínicos que descubren su lado humano viendo tanta injusticia que hay por ahí. Tan olvidable como entretenida. Resultado: éxito moderado y otra acierto de George Clooney en ese difícil equilibrio entre comercialidad y calidad.
-"Jarhead" de Sam Mendes. Ésta es un bluff. Como "American Beauty", escena onírica incluida, pero en el desierto. Pero ésta no funciona: ni la irritante voz en off, ni los chistes cuarteleros, ni la insondable angustia del protagonista (un poco creíble Jake Gyllenhaal) ayudan demasiado. Resultado: fracaso en taquilla (otro) y ¿quién se acuerda de esto?.
- "Generation Kill", el intento de David Simon (sí, el de "The Wire") por dar una crónica realista y no partidista del conflicto funcionó a medias. No olvidemos que es una serie de la HBO, de pago, o sea que destinado a un público algo intelectual no representativo del americano medio y sus opiniones. Y tampoco olvidemos que la serie, que está muy bien, no es una crítica descarnada (como la de "Redacted") sino más bien amable, echando balones fuera en plan "es que no saben lo que hacen". Sí, supongo, que no está mal resumir la serie como una historia de desconcierto (vamos, como suelen hacer con Vietnam). Aunque como historia dramática en sí gana por goleada todo lo que he visto sobre Irak en el cine americano.
No me iré, que no que no me voy, sin mencionar otro par de películas del entorno, que no suceden directamente en la guerra de Irak pero sí son visiones del conflicto de Oriente Medio: la, para mí, indescifrable "Syriana" (que no, que no la entiendo, me quedo dormido -¡anatema!-, no la pillo, es un lío, que sí); "La sombra del reino" que, aunque la dirige Peter Berg, es de Michael Mann o "Corrupción en Miami" en Arabia Saudí, una americanada vamos (pero con una conclusión final por lo menos impactante, debo añadir). Y habrá más que se me olvidan (para eso estáis vosotros mushashos).
Total, que no creo que por ahora Hollywood haga muchas más películas sobre este tema por dos razones que se resumen en una: ¡no dan dinero! Hala, que ya me callo.