viernes, 28 de noviembre de 2008

What a wonderful world



I see trees of green........ red roses too
I see 'em bloom..... for me and for you
And I think to myself.... what a wonderful world.

I see skies of blue..... clouds of white
Bright blessed days....dark sacred nights
And I think to myself .....what a wonderful world.

The colors of a rainbow.....so pretty ..in the sky
Are also on the faces.....of people ..going by
I see friends shaking hands.....sayin'.. how do you do
They're really sayin'......I love you.


I hear babies cry...... I watch them grow
They'll learn much more.....than I'll never know
And I think to myself .....what a wonderful world

Para mí, Vera es de verdadero, de verdaderos amigos, verdadera compañía, sentimientos de verdad, sin imposturas ni dobleces. Puedo ser lo que quiera cuando quiera, puedo ser yo mismo y os encuentro ahí, a mi Vera.

(Estaba escuchando una versión delicadísima de Stacey Kent de esta canción y me vino a la cabeza lo suscrito arriba. No sé si es cursi, si es de prestado, si os va a gustar, pero es sincero.)

PD: Pongo portada de disco: "El corazón" de Steve Earle. El primer disco que escuché de este inconformista cantautor estadounidense con alma country y corazón rockero. Los dibujos me recuerdan a tatuajes, llenos de simbolismo. Gran disco, gran portada. (Me estoy devanando los sesos pensando en discos mediocres con grandes portadas pero no recuerdo ninguno, en cambio grandes discos con portadas horribles hay unos cuantos).

miércoles, 26 de noviembre de 2008

Cosas que salvé del fuego



Como me he puesto a recordar, he rememorado mis horas y horas de lectura de una tira cómica (una "comic strip" como dicen los americanos) memorable que tenía ese punto entre la ingenuidad y la clarividencia de los que saben contemplar al mundo con inteligencia y reflexionar sobre ello. Se trata de "Calvin y Hobbes" (por recomendar: una muy buena lectura, para días de lluvia, sobre lo divino y lo humano). Se editó durante diez años y, de repente, el autor, Bill Watterson decidió ponerle fin y retirarse del mundanal ruido para casi desaparecer. En ese momento era la tira más publicada en el mundo y siempre, lo sigue manteniendo, se ha negado a explotar a sus personajes fuera de la viñeta. No hay merchadising, ni dibujos animados, ni videojuegos, ni nada que se le parezca (al contrario que la obra de Schultz, "Peanuts", a la que Watterson consideraba un referente; ya sabéis "Carlitos y Snoopy"). Estamos ante uno de esos artistas mayores consecuentes con su obra y, dado el punto de vista que ofrece en estos cómics, abandonar cualquier contacto con un mundo que le resulta ajeno. Una delicia con la que te ríes, sueñas, te hace pensar, todo con un punto melancólico irresistible. En serio, esto es un monumento. Cuelgo un par de tiras que he cogido de internet, pero es para olerlo en papel.

PD: Mmmm, una película para días de lluvia... "La hija de Ryan", el testamento cinematográfico de David Lean (el de "Lawrence de Arabia" o "Doctor Zhivago"), donde las fuerzas de la naturaleza se desatan como los sentimientos de los protagonistas. Una película no tan conocida pero igual de brillante que, en mi opinión, tiene muchos puntos de conexión con "Rompiendo las olas" de Trier o "El hombre tranquilo" de Ford. Un melodrama de los de antes con un Robert Mitchum insuperable.
O "El próximo año, a la misma hora" de Robert Mulligan, una delicia romántica, sin cursilerías, de un hombre y una mujer que tienen un encuentro, un solo encuentro, cada año, durante décadas.
Siento ser tan pesado, pero es que si me pedís que recomiende, no paro. Abrazos.

Things falling apart


Sí, parece que estamos poniéndonos reflexivos, pero después de la reflexión viene la juerga, la charanga, el darle a la sardina,... (¿por qué se dirá "la juerga padre"? Me parecen dos palabras antitéticas). No sé si serán vuestros comentarios o que se me ha quitado el dolor de estómago, pero hoy estoy de buenas (¡y eso que hace un frío de mil demonios y llueve! ¡Pero no en mi corazón!). Pero no de las buenas, de buen rollo, hoy me gustaría patear culos y destrozar cosas. Vale, me he pasado, es broma pero a medias. Pero es que estoy recordando mi etapa más autodestructiva, la de los 18, 19 años. En esa época me autolesionaba (nada importante, golpes en los nudillos, algunos cabezazos, total, lo propio de la edad, ¿no?), mi cuerpo era un saco de huesos (me alimentaba a base de pasta con tomate, atún y pan) y empezaba a beber y fumar un poquito más de lo habitual. Además mis lecturas habituales eran Sartre, Nietszche, Burroughs, Bukowski, tipos poco recomendables para un día soleado de playa pero sí buenos si estabas viviendo una contínua angustia existencial. Es decir, todo me importaba una mierda empezando conmigo mismo. La idea del suicidio se me pasó por la cabeza pero, afortunadamente, me asustan las alturas y descubrí que no tenía valor para cortarme las venas (tanta sangre me marea). En este punto no quiero que esto parezca un drama porque luego me he dado cuenta que todo era una mezcla de falta de vitaminas y que me sentía más solo que la una. Eso de que nadie me entiende ni me quiere. Por suerte no me daba por echarle la culpa a los demás, no sentía odio por la sociedad, ni me sentía a gusto siendo un bicho raro (en serio, tendríais que haber visto la pinta que tenía en la facultad, huiríais). Era como era y, a pesar de todo, me aceptaba así. Creía que siempre iba a ser igual, ergo no tenía muchas ganas de continuar. Pero siempre venían a mi rescate Woody Allen, John Ford, Peter Bagge, Frank Miller, Chris Claremont, Eddie Vedder, Axl Rose, Howard Hawks, Daniel Clowes, Chris Cornell, Sting, David Lynch, Billy Corgan, Abel Ferrara, David Cronenberg, Chris Robinson, Peter David, Alan Davis... (no podría parar de citar así que paro) y sí había dos personas reales que se incorporarían después. Y, de entre todos, el que estaba artísticamente más cerca de mis sentimientos que es el simpar Trent Reznor (alma de Nine Inch Nails). Y esto entronca con la portada de hoy, "The Downward Spiral" de Nine Inch Nails. Quizás deberíais saber (si no os lo he contado ya) que es un disco temático acerca de los sentimientos que Reznor tuvo a raíz del suicidio de un amigo y sobre sus propios deseos autodestructivos. Este disco me hablaba, ahora es un pedazo de mi historia y sigue siendo un gustazo escucharlo con otra perspectiva.

PD: Seguid comentando que es gerundio y es un gustazo. Os quiero.

martes, 25 de noviembre de 2008

With or without you


Y de repente me desperté una mañana de lunes y no tenía ni café, ni cervezas, ni tapas, ni conversación. Desde entonces estoy de resaca. Eso es lo que me pasaba y hasta ahora no sabía explicar: formáis parte de la vida que quiero tener y me gustaría teneros todos los días un poquito. Sé que este blog está sirviendo para eso, pero es que después de ese fin de semana me he quedado un poco vacío. "Lost in translation" que diría el fino. No soy infeliz, pero tengo carencias y soy consciente que siempre las tendré. Esto es una lección de vida: nunca podrás alcanzar del todo tus objetivos porque no puedes decidirlo todo tú solo, siempre hay factores que escapan a nuestras necesidades incluso las más humildes. Me gustaría agarrar de las solapas al chupatintas de turno y preguntarle porqué los factores humanos no son más importantes que los administrativos. Este concurso de traslados debería rellenar casillas del tipo "¿cuántos amigos tienes en tu centro de destino?", "¿te gusta el centro?", "¿hay vida (inteligente o no) en tu centro?", "¿quieres tenerlo todo en el centro que te adjudique el dichoso ordenador?"... En fin, tonterías.

Cambiando de tema, tono y contrabajo, voy a estrenar lo de poner fotos en el blog. Se me ha ocurrido que podríamos hacer un ciclo de portadas de discos que nos gustan. Siempre me he descubierto observando durante horas portadas y libretos de discos. Odio cuando abres el cartoncito y sólo encuentras unas tristes hojas con los datos de la grabación. Pero cuando te regalan la vista y el oído con libretos como el del "Achtung Baby" (ya sé que dije que ya no los aguanto, pero eso es ahora) o el "Downward Spiral". Total que voy a inaugurar la sección con el grupo que más veces se ha repetido en mi banda sonora. Damas y caballeros: "Synchronicity" de The Police. Preciosa portada tricolor con unas fotos de los más sugerentes (y pedantes todo hay que decirlo).

jueves, 20 de noviembre de 2008

Maravillas

Hay tanta cercanía en vuestros comentarios que podría tocaros. No sé si seguir por ahí porque me emociono.

Por cambiar diametralmente de tono, voy a comentaros dos casos alucinantes que he presenciado estos días en los noticiarios. La primera hace referencia a la famosa cúpula de la ONU de Barceló. Estuve viendo las noticias de la 1 donde hacían un repaso a las portadas del día y los locutores no mencionaban, ni por asomo, el polémico asunto aunque la mayoría de las portadas estaban copadas por una foto enorme del engendro. En cambio, sí mencionaban las pequeñas columnitas que había en los extremos (incluyendo, sobre todo, las de un problema en el PP valenciano). Para ese telediario España era un mundo feliz donde por la noche jugaban los Campeones de Europa.
Otro hecho alucinante es la negativa de Zapatero (a instancias de miembros de su partido)a no ponerle una placa en el Congreso a Santa Maravillas (es como Wonder Woman pero de hábito), a pesar de haberlo aprobado la mayoría de los parlamentarios. El anticlericalismo de bolsillo que practican la mayoría de los zapateristas y nacionalistas del Parlamento es alucinante. No soy católico practicante ni le debo nada a Roma pero, por lo que he leído, ponerle una placa a una señora que dedicó a los pobres toda su vida me parece justo. Joder, si le pusieron el nombre de una calle a AC/DC. Si a Zapatero le van a poner una placa por hacer lo que está haciendo y le invitan a cervezas en su pueblo, me parece que un pequeño homenaje a una mujer buena no le hace daño a nadie. La demagogia campa a sus anchas por lo que se ve.

PD: Siento no poder escribir más sobre vuestros comentarios pero es que, en este caso, sobran las palabras. Maravillas.

martes, 18 de noviembre de 2008

Where everybody knows your name

Lo mejor que puedo decir de este fin de semana es que fue como esperaba y que fue como siempre. Pude comprobar que no hemos cambiado: bien. Me emocioné, me reí, lloré, bebí como hacía meses que no hacía y comí demasiado. Y lo que espero para el futuro es que se repita. Pero sin tanta atención a mi persona, que no soy para tanto y que no estamos tan lejos. En verdad, no moví un dedo prácticamente en todo el fin de semana, parecía que estaba en un hotel de cinco estrellas en el Caribe, menudos anfitriones estáis hechos. Entendedme, es que aquí no paro.

Eso me hace reflexionar sobre lo de acoger a alguien en tu casa: ¿cómo se hace? Mi caso es que cuando alguien viene a donde estoy y se supone que tengo que enseñarle lugares típicos del lugar o recurro a una guía (eso que almacenas en el coche y luego lo reciclas) o tiene que haber otra persona que lo haga. Para mí el lugar donde me encuentro es más desconocido que el lugar que he visitado ocasionalmente. No sé ni de calles ni de monumentos. A veces voy por aquí y parezco un turista porque me cuentan no sé qué de una iglesia barroca o una fuente de algo mágico y no tenía ni idea. Las pocas veces que tuve un invitado allí no sabía dónde llevarlo a comer o qué se podía hacer por la tarde porque sólo conocía la rutina del restaurante de menú y el bar de tapas. En serio que admiro aquél integrado en un lugar, que parece tener una simbiosis con su ciudad o su pueblo y hasta habla con orgullo de él. Por definición hablo mal del lugar en el que nací y en donde resido. Para mí el paisaje que contemplo es el paisaje humano. Los lugares donde he estado son la gente que he conocido y he terminado apreciando. Así que puedo hablar de la buena charla que tuve allí con tal o cual persona pero recuerdo vagamente el lugar. Por tanto, si alguien viene a mi casa, prefiero quedarme en el salón charlando con un café y unos cigarrillos que llevarle al Seminario que encima tiene una subida de alta montaña.

PD: Gracias por todo. De verdad.

miércoles, 12 de noviembre de 2008

ATENCIÓN: PREGUNTA

¿Cogéis el teléfono si marca "número privado" o "desconocido" o tiene tantas cifras que parece que te llaman de Manchuria? ¿Por qué suelen marcar esos números en horas intempestivas como las tres de la tarde o las nueve de la noche? ¿Hasta qué hora es lícito llamar a una casa: las diez, las once?

PD: Creo que la telefonía marca el límite entre la comunicación auténtica, cercana, y la incomunicación total.

Alegrón

¿De qué va hoy? De que me voy pallá y creo que no necesito contaros muchas cosas esta semana. Así que estoy contento y expectante: ¿estaréis igual? ¿tendremos de qué hablar? ¿os enrollaréis con cosas del centro o hablaremos de la vida, la muerte y el sexo? Ya sé que no ha pasado mucho tiempo pero nos estamos acostumbrando al nuevo statu quo y parece más lejano el ayer (¡qué poético!). Estamos en un río y ahora nos toca aguas poco turbulentas pero en el riesgo está la emoción. Yo sé cómo va a ir el día, lo tengo planificado sin necesidad de pensarlo y si lo pienso da igual porque es lo que tengo que hacer. Antes había ciertas rutinas pero podías planear algunas salidas de tiesto. No es ni mejor ni peor, es distinto y más gratificante en algunos aspectos (huelga decirlo).

Habemus concertum, esta es la propuesta: 30 noviembre, domingo, Valencia, Gary Louris y Mark Olson (los Jayhawks vamos). Sé que no os va a matar la idea pero es realmente excitante sólo la idea de planificar un concierto. Porque AC/DC ha agotado entradas y Franz Ferdinand toca en Barcelona (¡cómo me gustaría corear "Take Me Out" en un concierto con unos cuantos de los que léeis esto!).

PD: Pos yastá. Que a ver si esta tarde me aclaro con los últimos detalles. Ah, y la hora que aparece en el blog está siempre equivocada: Son las doce de la mañana, pero por aquí abajo saldrán las tres de la madrugada o así.

lunes, 10 de noviembre de 2008

En el interior

Es genial esto de Internet, pides más comentarios (si se tercia) y aparece EMPRENDER y soluciona el problema: ¡publicar el mismo tres veces! Genial, en serio.

Entre otras cosas ayer oteé el horizonte del levante almeriense para ver a quién me voy a encontrar allí este viernes (y el sábado y el domingo). Uno tocado y otro agua, los demás parece que me lo vais aclarando... ¡Necesito un catre, cerveza y buena compañía! Casi ná. Pero, aviso, no sólo necesito veros, necesito tocaros, oleros y llevarme un mechón de vuestros cabellos (esto lo he puesto porque rima).

Ayer estuve viendo una de las películas más desagradables y gratuitas que he podido llevarme a la retina: "A l'interiour". Una francesa de las bestias en donde un animal de bellota en forma de mujer acosa a una chica a punto de parir. Imagínate lo peor que le puedes hacer a una mujer en ese estado y voilá. Tan "disgusting" que al final te ríes (cualquiera que la vea sabe cómo va a terminar pero, cuando pasa, casi no te lo crees). Por supuesto, tuve pesadillas. Me tengo que mirar eso de que me gusten ciertos espectáculos.

No os lo he contado pero estas semanas he provocado graves conflictos con algunos de los pilares de mi vida (no se trata de mis chicas). Pero creo que es demasiado íntimo y, afortunadamente, prefiero contároslo en privado. Y si soy así de críptico es porque durante este tiempo he tenido esa sensación de aturdimiento que me da cuando sé que tengo que hacer algo pero no me apetece en absoluto. Suelo buscar, no me escondo, la salida más cobarde: una excusa convencional. Y es curioso porque sería más fácil afrontarlo pero me siento demasiado ajeno en mi situación a aspectos de mi vida que fueron importantes. Ahora dependo de la bondad de las partes afectadas. Esperemos. (Siento ser tan poco explícito pero necesitaba soltarlo sólo para mí).

PD: Hoy una de cal y otra de arena. Y lo de ir este viernes va en serio.

¿Qué hacéis el fin de semana que viene?

Pues eso, responded.

viernes, 7 de noviembre de 2008

La Guerra Kree-Skrull

Últimamente me da por soñar en bichos raros, dragones, sociedades fantásticas y visitas a videoclubs y tiendas de cómics. Nada de sexo, un poquito de violencia y la típica basura de serie B que he consumido durante años. Porque a veces me da por pensar que he perdido un poco el tiempo viendo películas baratas y leyendo cómics de superhéroes en vez de empaparme de verdadera literatura. Pero estamos en la época del relativismo y hay personas que ponemos al mismo nivel "Don Quijote" que "La Cacería de Kraven" de Spiderman (¡qué demonios! Me lo he pasado mucho mejor con la segunda). Un patetismo cultural que me deja a la altura del betún y que me descalifica para cualquier trabajo intelectual. Eso creía hasta que presencié, en un documental titulado "Conspiración extraterrestre", a un profesor de Filosofía de la Universidad de Oxford diciendo que el universo está encerrado en un disco duro alienígena y todos somos programaciones computerizadas. No hay nada como un "nerd" de éstos para justificarse: sus referencias culturales son peores que las mías (está claro que cualquier mohosa historia de Spiderman es mejor que la trilogía Matrix). Tiempos extraños.

PD: Esta semana parece que me he escaqueado pero va a ser que sólo he tenido tiempo para pildoritas. La semana que viene me pongo con el bote. Abrazos (¿se dice "hugs" en inglés?).

lunes, 3 de noviembre de 2008

With teeth

Ayer estaba en la consulta del dentista, viendo cómo introducía sierras y pulidoras en mi boca, y lo único en lo que pensaba es si se tiraba a la enfermera porque no paraban de tontear entre ellos. Eso me recuerda a un episodio de Seinfeld en el que pensaba que le habían sedado y el dentista y su ayudante lo hacían mientras él estaba inconsciente. Ya sé que es uno de los tópicos sexuales más manidos, pero no está mal ver esas estancias tan pulcras y frías como antros de perversión facilona (médicos salidos y enfermeras dispuestas).
También tuve un sentimiento de pérdida por el diente que me extrajeron. Era un diente que tenía desde pequeñito tras uno de los colmillos y que me sobraba pero al que me había acostumbrado. Uno de esos dientes a los que el palillo da sentido porque agarraba los trocitos de comida como un condenado a los barrotes. Era mi diente feo y malo pero era mi diente. Ahora, cuando coja un palillo de dientes, lo levantaré en su honor y exclamaré "¡por ti, nunca más!".

Después de esta tontería no me queda más que hablar de las dichosas elecciones estadounidenses. Una de esas noticias noticiosas (como diría Gomaespuma) que les encanta a los periodistas españoles porque aporta la distancia de decir lo que les da la gana sin ningún criterio. Oyes las tertulias y lees los editoriales y no tardas en darte cuenta de lo barato que es hablar de algo que no entiendes. . La distancia es el olvido como diría el poeta, pero también la ignorancia (que es osada). Sólo me fío de los corresponsales, esos emigrantes de lujo que han estado el suficiente tiempo en un país como para saber cómo respira. Así que bajo el prisma local Obama es "güeno" y MacCain un pistolero malote. Menudo análisis.
Mi argumento está claro, opinar desde fuera, sin condicionantes, sobre algo no te hace conocedor de nada. Creo que al contrario, es hablar por hablar. La realidad es compleja pero nos gusta simplificarla. Un slogan, una cita, una frase lapidaria nos reconforta pero no lo hace más fácil. Creo más en los análisis desde dentro, pasionales y partidistas. Me gusta que la gente se involucre en los temas y grite o calle cuando crea conveniente. Enfrentas opiniones y llegas a una pequeña y mediana verdad.

PD: Una recomendación electoral: "Homecoming" de Joe Dante (aquí se tradujo como "El ejército de los muertos" o algo así). Una mini-película (forma parte de una serie de televisión, "Masters of Horror", donde cada episodio es independiente) basada en un relato llamado "Death and sufrage". Una pildorita venenosa contra la administración Bush y el amaño de las elecciones con muertos vivientes de por medio. Los zombies no dan miedo, son los republicanos.